Libia será la primera Gobernadora que tenga Guanajuato. Ganó por la campaña que hizo y por su persona, no solo por el voto duro de su partido; el electorado optó por una gobernadora joven, alegre y que le regale esperanza; aquí no estamos para caras duras o discursos de odio y división. Pero ganó apenas con once puntos y con una alianza con el PRI que le dio menos de la mitad de esa ventaja con la que Libia ganó. Su partido, el PAN, metido en la campaña de “legado”, parecía que se estaba despidiendo, más que proponer otra manera de gobernar. Por eso, en su campaña, leyeron bien la realidad circundante, donde MORENA avanza implacable en todos los rincones del estado, menos en León.

El lema que seleccionaron, fue el de “un nuevo comienzo”, queriendo con ello, mostrar que Libia tendría un estilo, otra manera de gobernar, reinventando lo hecho por más de 30 años de gobiernos panistas en la gubernatura. Era necesario, indispensable, dar un mensaje a los votantes, de que proponían algo radicalmente diferente. Era “borrón y cuenta nueva”. Se trataba de volver a comenzar, pues el tiempo es muy corto. En tres años sabremos los resultados de la nueva composición del congreso local y de continuar la tendencia estadística, serán nuevos equilibrios que harán más complicado el gobierno para Libia. Por eso, debieron pensar en nuevos rostros, nuevos nombres para áreas de gobierno y cambiar a quienes la opinión pública no aceptaba: al Fiscal y al Secretario de Seguridad Pública.

El 2 de junio fue una sacudida enorme para el PAN en todo el estado (menos en León, donde los niveles de aceptación de Ale fueron enormes), pues acertaron en algunas alianzas, pero en otras, debieron aceptar que la regaron; o en meter a los mismos de siempre, para que la realidad de a votación les regresara el yerro (como en la fórmula del Senado). Y es que el electorado en el estado de ha compuesto ya por mosaicos de migrantes liberales y nuevas generaciones de votantes de primera vez, que si bien dieron una nueva oportunidad al PAN como lo hicieron en Jalisco con MC, son impacientes para cambios y nuevos comienzos.

La importancia que Libia dará al agua y a la paz, son buenos comienzos. Es reconocer por fin, que el agua es prioritaria y que la paz solo se logra con mejores condiciones de vida de la gente. La campaña que hizo Libia siempre rodeadas del pueblo, mostró un enfoque distinto al que siempre ha tenido el PAN, donde se rodean los candidatos de los empresarios de siempre. Si esto se mantiene en el “nuevo comienzo” y se le habla en lenguaje sencillo a la gente, involucrándose con sus problemas, aumentará la probabilidad de un buen gobierno. Necesitan eventos dirigidos a las mayorías y no solo a los presídiums de la gente bien trajeada. Los conceptos de “mentefactura” y “planet youth” le dicen poco o nada a las mayorías de jóvenes con problemas de drogadicción, de falta de oportunidades, de enfermedades mentales, necesitados todos, de atención y de reinserción social.

En el “nuevo comienzo” deberán aparecer rostros de ciudadanos sin partido en las filas del nuevo gabinete, dejando esa idea de que solo la nómina en el gobierno y la militancia en el partido gobernantes, son los medios para estar en el servicio público. Seguramente, deberán pensar que los apoyos sociales deberán llegar directo a la gente y sin tantos organismos intermedios que no solo hacen costoso el proceso, sino que absorben también parte de esos recursos tan necesarios al pueblo. El estado tiene enormes desafíos y quiero pensar que se recurrirá a la democracia participativa para proponer presupuestos, para aprobar iniciativas, para reforzar decisiones. Ojalá que, en ello, la democratización de las decisiones sobre el agua y la seguridad estén incluidas, pues la ciudadanía sigue expresando necesidad de ser tomada en cuenta. MORENA incluyó estrategias novedosas y efectivas en su gobernar. Desde la elección abierta de candidatos incluyendo el método de encuestas y también, otra manera de comunicar. El uso de lenguajes sencillos y la escucha, han logrado conexión con la gente. Y de todo eso, se tiene que aprender. Los gobernantes hoy, deben ser empáticos con las mayorías y sus realidades. Mucho se esto, deberá ser parte del “nuevo comienzo” que nos anuncia Libia.

Por José Luis Palacios Blanco

Escrito en Opinión el 17/8/2024 · 06:00