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Perspectiva

El autócrata competente y el incompetente

Por lo que sucedió ayer tenemos la seguridad de que el presidente se llevará su “regalo” de fin de sexenio con la aprobación de la reforma al Poder Judicial. Por las buenas o por las malas.

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El autócrata competente y el incompetente

La ley no es la ley en México porque la extorsión es método de autocracias, porque perseguir a opositores para torcer su voto con amenazas es cualidad de dictadores. 

Por lo que sucedió ayer tenemos la seguridad de que el presidente se llevará su “regalo” de fin de sexenio con la aprobación de la reforma al Poder Judicial. Por las buenas o por las malas.

Dando esto por hecho, el siguiente paso es recordar los tiempos de la “dictadura perfecta” del país y sus “cualidades”. El PRI gobernó a placer hasta que tuvo un presidente demócrata llamado Ernesto Zedillo. Lo llamábamos “el sistema”. Decíamos que no se podía estar contra el PRI, el sistema o la revolución hecha gobierno. Con sabia maña, el PRI era incluyente y tendía a formar instituciones que permitieron la pluralidad que hoy se destruye.

Sabíamos que la estrategia general dependía de una sola persona. Quien se revelaba desde adentro era expulsado del “sistema”. Los intelectuales eran parte de las instituciones. Octavio Paz y Carlos Fuentes fueron embajadores; Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze colaboraron en proyectos culturales con publicaciones y trabajos de investigación pagados por el erario. Sus publicaciones y revistas eran apoyadas por el gobierno a pesar de su ejercicio con plena libertad de expresión.

Cada seis años era la apuesta a que “el siguiente va a ser un buen presidente”. Vivíamos en un país autoritario pero, en lo general, los últimos tres sexenios no fueron represores. Incluso en el último año de Carlos Salinas de Gortari hubo tolerancia y diálogo ante el levantamiento zapatista en Chiapas.

Con el control de los tres poderes, Claudia Sheinbaum tendrá más fuerza que el propio López Obrador. Sabemos que no es una práctica democrática, que conlleva el fin del ensayo que inició en 1997.

Hay autócratas muy incompetentes (Miguel Díaz-Canel en Cuba y Nicolás Maduro en Venezuela). O autócratas que dan resultados como Najib Bukele en El Salvador. Qué decir de los dictadores chinos que transformaron a su país en apenas dos generaciones y hoy son potencia mundial. Desde Deng Xiaoping hasta Xi Jinping, sacaron de la pobreza a mil millones de chinos y hoy compiten con las potencias mundiales como Japón, Europa y Estados Unidos.

El sexenio que vivimos se distinguió por su incompetencia, desde la destrucción del aeropuerto de Texcoco, la eliminación del Seguro Popular, el tiradero de dinero en Dos Bocas, El Tren Maya y en Pemex. Qué decir del desastre en la seguridad pública que deja a cientos de miles de huérfanos, viudas y el dominio de un tercio del territorio nacional en manos del crimen organizado.

La incompetencia de Hugo López-Gatell al liderar la contención de la epidemia de COVID dará para muchos libros y tratados. El Dr. López-Gatell consideraba que más de 60 mil muertes serían una catástrofe. En su incapacidad de ver el tsunami sanitario jamás pensó que llegaría a 800 mil el número de mexicanos víctimas del COVID.

Ahora que en Morena tienen todo el poder, que se adueñaron de la mayoría calificada en el Congreso y la obtuvieron por medio de extorsión en el Senado, poseen todo el mando, pero también toda la responsabilidad. No podrán culpar al pasado ni a los neoliberales, ni al imperialismo si el país no crece, si no mejora la seguridad pública, la educación, la salud y la presencia de México en el mundo.

Tienen todo: ¿qué sigue?

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