Golpe dado
El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, afirmó Lord Acton, de manera que a los mexicanos nos espera una era de corrupción absoluta: comenzando con la corrupción del lenguaje, pues las cosas dejarán de significar lo que antes significaban.
No es por pesimismo, sino porque ya conocemos lo rastrera que es hoy día la política mexicana, lo que nos permite vaticinar que la semana que entra el nuevo Senado aprobará la destrucción del Poder Judicial.
En teoría les falta un voto para su aprobación, pero estamos convencidos que varios de los Senadores de Movimiento Ciudadano -o del PRD- se unirán a la aplanadora, como ya lo hicieron dos traidorcillos (un hombre y una mujer) precisamente del partido del que emanó Morena y que en una época lideró Cuauhtémoc Cárdenas: el PRD.
No será sólo uno, que es lo que necesitan, sino calculamos entre tres y cinco, esto para el despiste y para que no se señale a un Judas, sino que habrá varios, de manera que la traición a la democracia no tendrá sólo un autor, sino muchos. Mucho tememos que la "reforma" es ya ¡Golpe dado! Claro, por "convencimiento" -dirán- y no por convenien$ia.
Entendemos bien que hay un buen número de ciudadanos, incluso muchos de ustedes, amigos lectores, que abrigan la esperanza de que ese voto "faltante" sea el dique que frene este terrible golpe perverso a la independencia del Poder Judicial. ¡Dios quisiera que así fuese!
Y es que nuestros políticos hoy día carecen de convicciones y se postularon no para servir a su patria, sino para ver qué tajada de beneficio personal pueden sacar.
La situación les cae como saco a la medida: la aplanadora de Morena-PT-PVEM está dispuesta a lo que sea con tal de comprar las voluntades que le hacen falta con tal de concretar el guillotinazo al Poder Judicial ordenado por el Monarca Macuspeño.
De hecho, hay que ver como ligados, por un lado, la defensa infame que en su sermón matutino hiciera el Mesías Tropical del Gobernador emecista de Nuevo León, Samuel García, como pago de favores a cambio del apoyo de MC en el Senado. Recuerden que siempre les hemos dicho aquí que Dante Delgado, el "líder" de MC, y el tabasqueño son aves del mismo plumaje y desde cuando menos la época de Vicente Fox, la juegan juntos.
Adicional a lo que les relatamos podrán constatar ustedes, como prueba de otro desaliento, la efusiva felicitación que la PresidentA Sheinbaum Pardo les mandó a los Diputados por aprobar en "fast track" la reforma judicial, la cual ha considerado como "fortalecedora" de nuestra democracia.
A ella, al igual que al Tlatoani Lord Embustes, le importaron muy poco -o nada- tanto las protestas internas como las del Gobierno norteamericano, de manera que hay cero posibilidades de que, tras haberse aprobado este tremendo golpe que generará un deterioro social enorme, luego que asuma esta señora la Presidencia pudiera haber alguna corrección.
Su padrino y mentor cavó el pozo del autoritarismo y la Presidenta muestra toda intención de continuar profundizándolo, para ello empleando las mismas mañas, medias verdades y/o embustes que su antecesor.
Concretar la reforma judicial sin discusiones, sin diálogo, sin escuchar a las partes agraviadas, sin atender las preocupaciones de nuestros socios comerciales, sin importar las consecuencias para el T-MEC, sin ajustes, es solo el principio.
Después nos espera la desaparición de los organismos autónomos como el Instituto de Transparencia y otros. Al parecer la idea que traen es impedir que los ciudadanos puedan enterarse de cómo y en qué el Gobierno gasta su dinero, principio básico de toda democracia.
Desterrados un Poder Judicial independiente, la transparencia, la rendición de cuentas, los organismos autónomos que velan por que se respete el derecho de los ciudadanos y con la opción siempre a la mano de cambiar la Constitución para acomodarla a los caprichos del líder totalitario del momento, hablar de "democracia" en México se convertirá en una burla cruel.
El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, afirmó Lord Acton, de manera que a los mexicanos nos espera una era de corrupción absoluta: comenzando con la corrupción del lenguaje, pues las cosas dejarán de significar lo que antes significaban.
A retacar los juzgados de jueces incondicionales le llamarán "democratizar la justicia" y aplastar las garantías individuales de los ciudadanos será "reafirmar la soberanía nacional".
Serán malos para gobernar, pero para mentir y manipular resultan genios.
Opinión en tu buzón
Deja tu correo y recibe gratis las columnas editoriales de AM, de lunes a domingo