La caravana de los burócratas alegres
Esta semana me ha llamado la atención una nueva iniciativa del gobierno del Nuevo Comienzo, que tan imaginativo ha resultado para lanzar iniciativas escabrosas como la cancelación del FIDESSEG. Ahora, quizá inspirados en el carnaval, han lanzado una nueva inventiva: “Las Caravanas de la Gente”.
Luego de transitar durante 35 años por las brechas y autopistas de los gobiernos en México, puedo compartir con mis lectores opiniones diversas sobre el desempeño de las administraciones nacional y subnacionales. Especialmente mi paso por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria me dotó de algunas sensibilidades que utilizo para los análisis periódicos que plasmo en este espacio editorial.
Discernir entre la eficiencia gubernamental y la ocurrencia, han motivado varias reflexiones, especialmente cuando se trata de detectar acciones demagógicas con fines populistas. Esto es muy sencillo contando con el internet y las nuevas aplicaciones para recopilar datos, sumándole la experiencia acumulada.
Esta semana me ha llamado la atención una nueva iniciativa del gobierno del Nuevo Comienzo, que tan imaginativo ha resultado para lanzar iniciativas escabrosas como la cancelación del FIDESSEG. Ahora, quizá inspirados en el carnaval, han lanzado una nueva inventiva: “Las Caravanas de la Gente”. Una especie de feria burocrática que vagará por los pueblos y ciudades guanajuatenses, con el supuesto fin de poner al alcance de los ciudadanos a 23 dependencias estatales, con sus jefes incluidos y 87 trámites estatales (El interés de los ciudadanos está puesto en los trámites municipales, no en los del estado).
Con acento demagógico la secretaria novocomencista (hemos generado esta nueva palabra) afirma emocionada en redes sociales, que la administración estatal estará al ladito de cada ciudadano para resolver sus problemas. Como si fuera cierto.
Seguro mis lectores habrán oído de caravanas similares en Francia, Alemania, España, Japón, Corea o Singapur. ¿O no? Pues no hay noticia alguna. ¿Por qué no se les ha ocurrido tan fascinante idea? ¿Será acaso porque un análisis de la eficiencia gubernamental nos indica que los gobiernos poseen soluciones digitales poderosas que deberían estar al alcance de la gente en un teléfono inteligente? Miren, el comercio funciona masivamente por ese medio, igual el sistema bancario y financiero. Las tarjetas de crédito se contratan y reparten por esas vías y los gobiernos, como el de Estonia y muchos otros, tienen sus servicios y trámites en línea. Pero por acá, creemos que resulta mejor armar caravanas para ir, al más puro estilo medieval, de pueblo en pueblo ofreciendo servicios burocráticos. Nos encontramos frente a otra ocurrencia costosa e ineficiente.
En nuestra búsqueda digital la caravana guanajuatense comienza a mostrarnos un tufo populista, que se convierte en pestilencia cuando se encuentran sus antecedentes. Estas caravanas tienen su origen en la iniciativa de julio de 2024 de la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez. Se trata de las “Caravanas Itinerantes por la Justicia Social”, que arrancaron en Ciudad Neza. También un poco después, la gobernanta de Morelos, Margarita González inició en noviembre pasado las “Caravanas del Pueblo”.
Ahora los novocomencistas se apuntan en la lista de imitadores y arman su romería nómada para formar a sufridos ciudadanos tras 23 mostradores a cargo de festivos burócratas. El objetivo, otra vez, es la clientelización. Pregunta: ¿Por qué no incorporan a agentes del ministerio público para que dé una vez por todas, de forma rápida y eficiente atiendan a las víctimas de tantos delitos?
En tanto, el Registro Estatal de Trámites y Servicios no se encuentra a la mano. No sabemos cuántos trámites tiene el estado, sus requisitos, los tiempos y criterios de resolución, los formatos a llenar. No hay trámites de punta a punta, que puedan ser resueltos desde el teléfono o la computadora, sin ir a oficinas o tener que trasladarse a pagar en el banco. Aunque también debo expresar que varios trámites presenciales que he realizado han sido atendidos de forma diligente y muy rápido. Espero que así sea en todo la entidad. Pero la apuesta principal de las administraciones modernas, una profunda reforma regulatoria combinada con la digitalización está en pañales en Guanajuato y sus municipios.
Pienso que Libia García, nuestra gobernadora, debe darse el tiempo para reflexionar sobre las acciones que ha emprendido y la dirección de su gobierno. No está siendo bien asesorada. Sus consejeros áulicos no están realizando un trabajo honesto, para ayudarle a conducir a buen puerto la nave de Guanajuato. Debe darse un tiempo para oír otras voces y reflexionar, porque le están construyendo una torre de marfil para cercarla y aislarla, distrayéndola con ocurrencias de su principal función: gobernar.
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