¿Y AMLO?
Después de 8 meses y medio de terminado su mandato, nadie puede decir a ciencia cierta dónde está Andrés Manuel López Obrador.
Después de 8 meses y medio de terminado su mandato, nadie puede decir a ciencia cierta dónde está Andrés Manuel López Obrador. Resulta extraño que después de miles de mañaneras, después de 6 años de contestar preguntas en Palacio todos los días, el expresidente haya desaparecido. No sólo de la vida pública sino de cualquier evento social.
Las especulaciones abundan: la más socorrida es que está en Cuba, la más racional es que está en su rancho llamado “La Chingada”, en Tabasco y la más alocada, que sigue en Palacio Nacional. Las razones de su ostracismo también son variadas. La más extraña es que no desea intervenir en política para darle su lugar a la Presidenta Claudia Sheinbuam y que está en su rancho porque ahí le gusta pasar sus días. Pero no parece real porque alguien lo habría visto, un jardinero, un soldado o un visitante.
Ser huésped perpetuo de Palacio Nacional no tiene sentido. Esa versión debe ser falsa y creada por algún malqueriente de la oposición. Por eso, lo más probable es que esté fuera de México, protegido de posibles agresiones verbales de mexicanos opositores a su partido y a su gobierno. Vimos lo que sucedió a Manuel Bartlett cuando se atrevió a salir a comer en un restaurante popular: lo despacharon a gritos. Quienes tenemos más edad recordamos cómo algunos ciudadanos le ladraban a José López Portillo porque había prometido cuidar el valor del peso como un perro. El mote de “El Perro” nunca se lo pudo quitar, incluso su mansión, regalada por Carlos Hank González, fue llamada “La colina del Perro”.
Otra versión que pudiera tener algún valor es que en Cuba puede sentirse protegido de un posible secuestro de parte de la CIA o de alguna dependencia norteamericana que tuviera la intención de presionar a México. Parece una idea peregrina y remota, pero nadie sabe a qué juega Donald Trump cuando se le atraviesa una idea, sobre todo después de que muchos miembros del crimen organizado extraditados, prometen entregar información a cambio de penas menos severas.
Cuba fue favorecida con la magnanimidad de recursos del Gobierno de México: petróleo, combustibles y compras de vacunas ayudaron a enfrentar la miseria que vive la isla caribeña. La contratación de médicos cubanos a precios exorbitantes fue una gran ayuda para la dictadura. El apoyo de México pudo evitar una hambruna. La mejor muestra es la cercanía de Morena con el Partido Comunista Cubano, PCC, su extensión de lazos de amistad entre los dos partidos quedó demostrada hace unos días en La Habana. Algo nada ejemplar para un país como el nuestro que pretende ser democrático.
A todos los ex presidentes los podemos ubicar. Enrique Peña Nieto vive en Madrid; Felipe Calderón también; Vicente Fox está en su rancho sin los privilegios de los que goza López Obrador; Ernesto Zedillo trabaja para la Universidad de Yale y ha sido consejero de empresas y universidades; Carlos Salinas vive en la CDMX aunque guarda silencio sobre el acontecer nacional. Sólo AMLO está desaparecido.
Parte del misterio se agranda cuando su esposa, Beatriz Gutiérrez Muller, se acerca a la Corona Española para pedir ser ciudadana de la Madre Patria. Sobre todo cuando había solicitado que el Rey se disculpara por la Conquista de hace 500 años, cuando ni siquiera España existía como hoy la conocemos. El misterio de El Peje no puede durar para siempre. Lo veremos pronto.
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