Cuando una persona se presenta ante una situación de fobia, su cuerpo responde inmediatamente de ansiedad por lo que pueden presentarse síntomas como pánico, miedo, taquicardia, falta de aire, sudoración, temblor y/o deseo de huir, pero, ¿sabes qué es una fobia y cuántas existen? A Continuación te hablaremos un poco de que es una fobia, sus síntomas y cuántas existen.  

¿Qué es una fobia? 

Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo extremo y debilitante a un lugar, situación, animal o sentimiento. Suele ser irracional, ya sea por su propia naturaleza o por el nivel de miedo que se experimenta, lo que a menudo lleva a los pacientes a hacer todo lo posible para evitar la fuente de ese miedo. 

Existen diferentes tipos de fobias pero se pueden agrupar en dos categorías principales: fobias específicas/simples y fobias complejas. Aunque normalmente la mayoría de las personas conocen las fobias específicas/simples que son: 

• Fobia a los animales 
• Fobia a la sangre 
• Fobia a las inyecciones 
• Fobia social o también conocida como trastorno social 

Además de las anteriores, se pueden presentar otro tipo de fobias, por ejemplo: cibofobia (comida), ecofobia (hogar), katagelofobia (ridículo), politicofobia (política), triskaidekafobia (número 13), venustrafobia (mujeres), coulrofobia (payasos), fagofobia (atragantamiento), etcétera. 

Asimismo algunas personas con fobias pueden no experimentar ningún síntoma hasta que se enfrentan a lo que temen, mientras que otras pueden entrar en pánico con sólo pensar en ello. Como trastorno de ansiedad, se pueden manifestar los siguientes síntomas:   

• Frecuencia cardíaca acelerada/ palpitaciones    
• Sudoración  
• Náuseas   
• Mareos leves/ vértigos   
• Falta de respiración   
• Temblores    
• Dolor abdominal/ malestar

El tratamiento para las fobias puede incluir psicoterapia y en algunos casos el uso de ansiolíticos y antidepresivos con el fin de aliviar los síntomas pero este tipo de medicamentos debe ser recetado por un especialista. Las técnicas de relajación, realizar actividad física de manera regular y dormir bien, pueden ser factores que puedan contribuir a la mejoría.