Alfredo Peralta, director de la Academia Bravos-Code: “Aprendemos día a día”
Alfredo Peralta es alguien que desayuna, almuerza, come y cena beisbol. Aguerrido, convincente y fiel a sus ideales, es la cabeza de un proyecto que busca revolucionar el Rey de los Deportes en Guanajuato.
Se ríe. Da tres palmadas en el hombro y continúa con su camino. Sigue una línea recta blanquecina que delimita lo que es y lo que no es. Disfruta del trayecto. Está en casa y lo sabe. A pesar de que nunca jugó en esta entidad, se siente identificado con un entorno que, más allá de las limitaciones y los desacuerdos, le ha otorgado facilidades para potenciar un proyecto de tres años y pico de meses.
“Soy graduado de la cuarta generación de la Academia Pastejé para los Sultanes de Monterrey. Pertenecí a ellos, pero debuté con Torreón, estuve con Aguascalientes y terminé con Minatitlán”.
Así, en medio de un sol que comienza a esconderse por el constante asedio del anochecer que llega tardíamente en una de las últimas tardes de viernes de abril en Guanajuato capital, Alfredo Peralta Núñez recuerda una vida que se basa en el desayunar, el almorzar, el comer y el cenar beisbol.
Pelotero, mánager, coach y cazatalentos. Alfredo ha experimentado de todo dentro del Rey de los Deportes. Por eso, sabedor de su capacidad, se ha puesto un límite de exigencia que se renueva en cada logro que se goza y se festeja.
“He tenido el privilegio de trabajar con organizaciones como la de los Padres de San Diego, los Rockies de Colorado y los Piratas de Pittsburgh. En este tiempo, he tenido la fortuna de haber firmado jugadores estelares de México, tales como Manny Rodríguez, Rafael Martín y Jorge Guzmán”.
Pasando por varias organizaciones mexicanas, donde se encuentran incluidas algunas de la Liga del Norte de México, además de dos independientes de Estados Unidos, su experiencia aterrizó en el Bajío en el 2021. A partir de ese momento, se convirtió en la cabeza de un proyecto que busca revolucionar el Rey de los Deportes en Guanajuato: la Academia Bravos-Code.
“Aprendemos día a día de los muchachos. Implementamos esquemas que sean apropiados para cada uno de nuestros prospectos, entonces eso nos orilla a una evolución constante que nos permita ir adecuando de acuerdo a las necesidades de cada jugador”.
Bajo su mandato, Alfredo Peralta ha logrado éxitos para la entidad. Por primera vez en la historia del beisbol local, Guanajuato clasificó a los pasados Juegos Nacionales. Aunque no se logró ninguna medalla, fue una experiencia que enriqueció a muchachos como el celayense Abraham Olalde, quien jugando como receptor, ya ha sido scouteado por los Marineros de Seattle de las Ligas Mayores.
Sin embargo, detrás del trabajo que ya se ve reflejado dentro del diamante, hay un sinfín de caídas, retrocesos y adversidades que se enfrentan, se superan y se dejan atrás.
Se necesita del talento, la disciplina y la voluntad de cada pelotero para salir adelante y él, con tantos años de experiencia, lo sabe mejor que nadie. Pero, en cuanto a organización se refiere, son responsables de tener un material que ayude a los jóvenes en su desarrollo como futuros profesionales.
Parte de esta nueva tendencia de la sabermetría y su constante uso en el beisbol, Alfredo cuenta con dos aparatos que le ayudan a registrar el crecimiento de cada uno de sus muchachos: Rapsodo y Blast Motion.
“Si yo quiero evaluar a un bateador o un lanzador, el Rapsodo me ayuda a ver el ángulo que se tiene de cada jugador. Arroja estadísticas específicas como el ángulo en el que un bateador conecta la pelota y la fuerza en la que sale en millas por hora.
Son cámaras 3D que te miran por enfrente, por arriba y por un lado. Las métricas que nos arrojan, tanto con los lanzadores como con los bateadores, nos ayudan a corregir mecánicas que eviten lesiones y permitan su desarrollo como peloteros.
El Blast Motion, por su parte, es solo para bateadores. Es como un tapón que se pone debajo del bat y yo, con una tableta, puedo observar métricas, como en qué pitcheo es mejor para batear, si en el primero, el segundo o tercero. Dependiendo de todos esos datos, nosotros damos una retroalimentación que les ayude, insisto, a crecer como peloteros y evitar lesiones”.
Conocedor de las herramientas y sus usos, Alfredo Peralta Núñez se exige a sí mismo para seguir aprendiendo y sobresalir en el Bajío.
Lejos de su lugar natal -Ensenada-, pero siempre firme con la misión de hacer crecer el beisbol en la República Mexicana y sus alrededores, es aguerrido, convincente y fiel a sus ideales.
Esas características, que se conjuntan con un trato afable con el pelotero, coaches y medios de comunicación, lo hacen un personaje importante en la estructura del beisbol de Guanajuato.
El trabajo diario siempre rinde frutos y cinco meses después, eso quedó más que demostrado. A través de una llamada telefónica, los Dodgers de Los Ángeles cerraron un acuerdo previo de contrato con el salmantino Bryan Lara. Él, junto a una camada de jóvenes como Antuan Franco y Julio Zamora, potenció su nivel al mando de Peralta.
Incentivando a los jóvenes con varias asistencias a visorias que se realizan a lo largo y ancho del país, en estados como Baja California, Veracruz y Ciudad de México, el ensenadense es parte importante de los triunfos de sus muchachos.
“Bryan tardó mucho en subir millas. Fue casi un año en donde su recta se quedaba en 88, pero gracias a un constante trabajo y esfuerzo en su brazo derecho, logró subir tres más (91 MPH) y eso le gustó mucho a Dodgers, que ya lo habían visto en tres ocasiones más.
“Y pues imagínate cómo se siente uno de ver cómo son tomados en cuenta los chicos, como todo el trabajo y esfuerzo rinde frutos. Acá no paramos. Se vienen más generaciones y esperamos seguir por la misma vía”.
Así, con añoranza del pasado y emoción por el presente y futuro, Alfredo Peralta Núñez seguirá edificando un proyecto que, con el paso de los años, se espera sea semillero de futuros y grandes talentos del beisbol mexicano.