El olvido histórico en Tulancingo: los frescos de "La Casa de las Toronjas"
La historia de Tulancingo se desvanece entre ruinas y descuidos, dejando tesoros culturales como los frescos de “La Casa de las Toronjas” en el abandono.
Ante la falta de interés de las autoridades y la población, gran parte de la historia de Tulancingo se pierde entre las ruinas y los daños inherentes al tiempo, por falta de mantenimiento, así como por los provocados por la mano del hombre.
Una de las pruebas de este descuido son los frescos ubicados en el pórtico de la construcción conocida como “La Casa de las Toronjas”, situada en la calle Primero de Mayo, en el centro de Tulancingo.
La edificación, que sirve como vivienda y espacio para comercios, permanece en pie desde el siglo XIX. En esa época se crearon las obras de arte que hoy en día están dañadas por grafitis.
Estos murales, realizados con una técnica que consiste en humedecer paredes cubiertas de cal y arena para aplicar los pigmentos, representan paisajes y adornan una propiedad con detalles de inspiración árabe. La casa fue un importante eje cultural de Tulancingo antes y después de la Revolución Mexicana.
Sin embargo, el deterioro de estos frescos ha pasado desapercibido, ignorado por todos y olvidado en el bullicio cotidiano.