El 29 % de todos los casos de cáncer de mama y cervicouterino en el Estado, corresponde a las mujeres celayenses.
En lo que va del año, se han detectado 31 casos de cáncer de mamá y 114 casos positivos de displacia (cáncer cervicouterino) en la Jurisdicción Sanitaria No. III.
La encargada de despacho de la Jurisdicción Sanitaria, Ligia Arce, indicó que se han realizado 28 mil 370 exploraciones y 20 mil 663 papanicolao.
En el 2013 se detectaron 40 casos de cáncer de mama y 182 de cáncer cervicouterimno.
Y aunque pareciera que son muchas las mujeres que se hacen los estudios, la realidad es que se necesita que más mujeres se exploren, se toquen y se den un tiempo para ellas y para su salud.
“De enero a septiembre se han realizado 28 mil 360 exploraciones clínicas del cáncer de mama y se han realizado 20 mil 663 citologías o papanicolao. Se detectaron 114 pacientes positivos a una displacia y 31 casos positivos de cáncer de mama”, indicó.
La displacia sucede cuando hay anomalía en el epitelio del cervis y se clasifican dependiendo del proceso de malignidad.
El cáncer de mama y cervicouterino son las dos principales causas de muerte de la mujer.
De 100 mujeres que padecen cáncer de mama, 65 pueden salvar su vida, pero sólo si se detecta a tiempo algún tumor, esto se puede lograr a través de la autoexploración.
Por ello, la Jurisdicción Sanitaria, en el marco del Día de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, realizó ayer la caminata “En tus zapatos”, con el objetivo de solidarizar a la ciudadanía con las pacientes con dicho padecimiento.
En el Jardín principal se hizo una feria de la salud en la que se ofrecieron varios servicios de manera totalmente gratuita.
Rosario Hurtado Ferreira, coordinadora Estatal del Programa de Cáncer de Mama en el estado de la Secretaría de Salud, señaló que la campaña del cáncer de mama se enfoca en cinco puntos: autoexploración mamaria, exploración clínica, el ejercicio, la alimentación saludable y la mastografía en las mujeres de 49 a 65 años de edad.
“En el Estado no hemos dejado que el cáncer avance, pero tampoco hemos podido reducir el número de casos y el número de muertes, acudimos tarde para que nos atienda, por el miedo, la vergüenza”.
Indicó que al año se registran 250 defunciones por este motivo y Celaya ocupa el tercer lugar a nivel estatal con el mayor número de casos con el 29 por cient%.
“Estamos por arriba de 2 mil 500 casos en el Estado, es el número tercero con el mayor número de casos. Desafortunadamente son más casos desde el 2005 ,el cáncer de mama ocupa el primer lugar, ocupa el segundo el cáncer cervicouterino”.
Del 25 a al 29% corresponden a Celaya, arriba está Irapuato y León.

El cáncer de mama es una de las principales causas de mortalidad de la mujer, cuenta mucho el diagnóstico, si se explora y se detecta algo, y de ser así se inicia el tratamiento de forma pronta, y las probabilidades de tener éxito aumentan considerablemente.

Es urgente que las mujeres se atrevan a examinar sus senos, pues en muchos casos no se hace por cuestiones culturales, por pena o hasta por miedo, lo que ha provocado que el 70 por ciento de los casos diagnosticados se haga en etapas tardías.

Entre los factores de riesgo se encuentran:

- Ser mayor de 40 años

- Haber padecido cáncer de mama u otra enfermedad en tus pechos

- Si su madre o hermana tienen o tuvieron cáncer de mama

- Si nunca se embarazó

- Si su primer hijo nació después de que cumplió 30 años

- Si menstruó antes de los 12 años

- Si su última menstruación se presentó después de los 52 años

- Si tiene exceso de peso

CONSEJOS

1.- Observa, toca y siéntete, si hay algún cambio en tus mamas infórmaselo a tu médico

2.- Acude a tu Unidad de Salud más cercana para que el médico o enfermera revise tus mamas

3.- Si tienes entre 50 y 69 años hazte la mastografía

4.- Consume agua, frutas y verduras diariamente, disminuye los alimentos procesados y ricos en azúcar como pasteles, frituras, refrescos y el consumo de alcohol.

5.- Realiza ejercicio físico y conserva tu peso ideal.

‘Tenía unas bolitas y no les di importancia’

Hace ocho años, Rosaura Villa, comenzó a tener molestias en uno de sus senos, pero nunca se dio el tiempo para revisarse a conciencia. Y aunque tenía “unas bolitas” en el pecho no le dio importancia. Fue en noviembre del año pasado cuando le diagnosticaron que tiene cáncer de mama, pero éste ya se le había corrido hasta el hígado y los huesos.
Actualmente va en la cuarta etapa de desarrollo de la enfermedad, que dijo ya sólo es “controlable”, pero es difícil que llegue a vencer el cáncer.
Hoy pide a todas las mujeres que se exploren, que se toquen, que se den un tiempo para ellas y para su salud.
Rosaura de 44 años, platicó que ama a sus dos hijos de 22 y 13 años, así como a su esposo; pero hoy sabe que son centenas de mujeres que le dan más prioridad a su trabajo, a las actividades del hogar, a los problemas de los demás y a cuidar a sus hijos, y hasta el último se dan un tiempo para sí mismas.
En su caso, antes de que le detectaran el cáncer ya uno de sus pezones se había movido de su lugar, extendiéndose hacia su axila y jamás se dio cuenta. Tampoco se esforzó en hacerse chequeos constantes pese a que su abuela murió de cáncer.
“Tenía unas bolitas pero nunca le tomé importancia, yo era de las personas que hacía ejercicio, me cuidaba en la alimentación y en todo. Me arreglaba, era muy trabajadora y muy activa, estaba al pendiente de mi casa, de mis hijos, a veces un día no me alcanzaba, necesitaba más horas, pero ese ritmo de vida tan rápido hizo que se me fuera el tiempo y no le diera la importancia a mi molestia.
“Pese a que mi abuela había muerto de cáncer, ni yo ni nadie de mi familia le dio importancia, sí me hice unos estudios sencillos pero no salió nada anormal pero me seguía doliendo mucho”, platicó.
Fue siete años después de que tuvo sus primeras molestias que se animó a ir al médico, pero lo hizo hasta que su cuerpo no le permitió seguir con el mismo dinamismo. Ya no podía atender la tienda de abarrotes que tenía y tampoco vender comida los fines de semana.
Físicamente estaba agotada, pero su preocupación por seguir trabajando y atendiendo a su familia la impulsó a atenderse, pero ni siquiera asistió con un especialista, fue en un consultorio médico de Farmacias Similares, donde la doctora le mencionó que su pezón tenía alteraciones y se sentía un tumor. Fue entonces que recurrió al Hospital General de Querétaro para seguir su tratamiento, pues es una enfermedad muy costosa que ella y su familia no habrían podido costear.
Y fue finalmente en octubre que tras varios análisis y mastografías, un especialista le dijo: “tú tienes cáncer, pero no te preocupes vamos a luchar” y sus quimioterapias comenzaron apenas en enero de este año.
Actualmente sus hijos están enojados con Dios y con la vida, su marido dejó de beber, fumar y la atiende como hacía muchos años que no lo hacía.
Lleva 10 quimioterapias, a veces no aguanta el dolor y le entristece haber perdido todo su cabello, pero hoy dice que si pudiera regresar el tiempo, se daría más tiempo para sí misma y atender sus malestares.
Aunque está consciente que puede morir pronto, se aferra a disfrutar la vida como nunca antes, y sobre todo lleva a las mujeres el mensaje de que en cualquier momento y a cualquier edad deben explorarse, conocer sus senos y cualquier anomalía detectarla a tiempo.
La historia de Luisa G. no es muy diferente. Ella no acudía regularmente al ginecólogo pues no había razón de preocuparse, ya no pensaba embarazarse, entonces tampoco había necesidad de checarse de manera continua.
De clase media alta y abogada de profesión, jamás creyó que ella sería presa del cáncer cervicouterino.
“Fui a una revisión ginecológica, la doctora me realizó el papanicolao de manera normal, le explique a la doctora que no había asistido en un periodo de cuatro años a hacerme el estudio, pero como no me dolía nada ni tenía nada irregular, pues no vi necesidad de ir”, platicó.
Después de dos semanas, del consultorio le hicieron llegar dos cartas a su domicilio en donde se manifestaba que el examen había salido irregular y que necesitaban que se comunicara urgentemente.
“La verdad no me espanté, no imaginé nada, siempre he hecho deporte, no fumo, no tengo vicios, acudo regularmente a correr y como bien, no estoy pasada de peso, lo último que imaginé fue que me dijeran que tenía un tumor y maligno. Cuando me explicaron los resultados la verdad no creí”, recordó.
Lo más difícil fue entender lo que le estaba explicando la doctora, “tenía cáncer”. Y aunque se libró del mal, aún se asoman en sus ojos las lágrimas. Y es que en toda su vida fue feliz, con un matrimonio de 20 años y tres hijos.

lo último en lo que pensaba era en estar internada en un hospital. A todo se sumó la enfermedad de su madre, que estaba en etapa terminal, tenía diabetes, problemas cardiacos entre otras enfermedades.

“Fue difícil aceptarlo, pero fue más difícil decirle a mi esposo, a partir de que me dijeron con certeza que era cáncer lo que tenía, todos los días eran difíciles, yo antes no sabía lo que era el miedo, siempre fui una mujer fuerte y decidida. Los siguientes días me daba miedo que me diera el sol, salir a la calle, sólo lloraba y me preguntaba: ¿por que yo?, ¿por que a mi?, ¡si yo no soy mala!”.

Platicó que nunca le dio tanta importancia a su útero, el lugar donde había albergado a sus tres hijos, pero esta vez era diferente en tan sólo mes y medio, le diagnosticaron cáncer y “me quitaron la matriz, ya no quería tener más hijos, pero es como si no estuvieras completa, tienes la ilusión de vivir”.

Ahora, salva y en medio del parque a dónde acude a caminar diariamente, recordó que acudió aquella tarde a revisión porque una amiga le dijo que era “negligencia que muchas mujeres no pusieran atención en su salud, creyendo que por ser buenas personas no estarían enfermas”.

“Aún recuerdo que me dijo que el cáncer avanza rápido, no sé porqué pero esas palabras se quedaron en mi mente, yo fui al médico pero jamás con la idea de que me diagnosticaran esta enfermedad”, dijo.

Por Redacción AM

Escrito en Irapuato el 19/10/2014 · 00:00