Un total de 275 jornaleros, originarios de San Luis Potosí, Veracruz, Hidalgo y Guerrero, fueron liberados por elementos de la Fiscalía General de Jalisco en un operativo en el que fueron capturados cinco capataces de una empresa dedicada a la siembra de tomate, acusados de privación ilegal de la libertad y trata de personas.
El fiscal regional, Salvador González de los Santos, informó que luego de una denuncia de tres jornaleros que lograron escapar acudieron a las instalaciones de la empresa sinaloense Bioparques de Occidente S. A. de C. V., ubicada en el kilómetro 58 de la carretera Ciudad Guzmán-El Grullo, en el municipio de San Gabriel, en los límites con Tolimán.
Al arribar al lugar encontraron que 10 trabajadores habitaban cuartos de 8 metros cuadrados, que desde hace tres meses no recibían su sueldo y que no los dejaban salir aunque su contrato ya había terminado.
Una de las rescatadas es Rafaela, de 19 años, quien junto con su esposo decidió enrolarse al escuchar un anuncio por la radio en el que les prometían empleo, techo, comida, servicios médicos y 120 pesos al día.
Sin embargo, luego de trasladarse  por sus propios medios de Río Verde, San Luis Potosí, al Municipio de San Gabriel, en la región sur de Jalisco, descubrieron que no les ofrecían las tres comidas al día que les prometieron.
“A mí fue a la que más mal me han tratado. Gritos, que rápido haga uno el trabajo, si no hacemos el trabajo no nos pagan los 100 pesos, andamos ganando 40 pesos al día de siete de la mañana a cuatro de la tarde”, explicó la joven.
Ella, junto con al menos otras 274 personas debían juntar entre 35 y 40 cajas de jitomate al día para ganar los 100 pesos.
No obstante, si terminaban antes no podían retirarse y debían continuar hasta las 16:00 horas, sin un pago extra.
Tras terminar su jornada de nueve horas, podían trasladarse a los dormitorios en donde en vez de las literas que les prometieron les dieron bolsas de dormir.
“Toda la gente está inconforme por el estado en el que estamos viviendo; sobre todo, por las comidas y el trato en el trabajo. Nosotros queremos que nos paguen lo que nos deben y nos pongan en el camión para que nos vayamos”, dijo Juan Martínez Zárate, de Tantoyuca, Veracruz.
“Como nos tienen no es como nos dijeron (que sería). Toda la gente no está conforme con eso, pero ninguno se atrevía a denunciar sobre todo por miedo”.

Por Reforma

Escrito en Opinión el 12/6/2013 · 00:00