León.- Es la síntesis de la función presentada en la Sala de Conciertos Galería Valle de Señora, ubicada en Ignacio Zaragoza 101, frente al templo Expiatorio, denominada “En Belén a Media Noche”. La obra causó gozo entre el público asistente el sábado 13.

La obra fue la representación cantada del Nacimiento de Jesús, sustentada en la tradición de los villancicos. Todos los participantes pusieron su entusiasmo y talento para que fuera una noche redonda y el cierre de actividades de 2025.

Esta puesta en escena estuvo a cargo de la fundación del Coro de Valle de Señora, comandado por Patricia Flores, Carolina Ramírez y Arturo Salazar, junto con el Grupo actoral y César Piña como director de escena.

La música en vivo contó con la exitosa dirección de Jaime Castro Pineda y la participación del Cuarteto León bajo la batuta de Maksim Smakevv. Los pianistas fueron Daniel Guzmán y Braulio Alcaraz. Elisa Piña fungió como asistente de Dirección, Hugo Abel de Niz como coreógrafo y participaron “Érase una vez” producciones.

Los pastorcillos y su cantos de adoración al niño Jesús. Foto: Mary Ochoa

Un coro celestial y personajes entrañables

El coro estuvo conformado por 85 personas: 50 sopranos, 30 mezzosopranos y 5 contraltos, quienes tuvieron una excelente actuación. Cantaron como los ángeles.

En cuanto a personajes, en el escenario se desplegaron: los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltazar y sus respectivos animales, caracterizados con enormes cabezas de cartón, como la del elefante. También estuvieron la Virgen María, José, los dos ángeles, el narrador, el niño del tambor, nueve pastores, entre otros.

Así le dieron vida a las melodías de navidad, en especial a las más populares y villancicos de ayer, hoy y siempre. Se escuchó el clásico Burrito Sabanero, Camino a Belén, Campana sobre Campana, entre otras, que el público coreó y aplaudió, vivamente emocionado y tomándose selfies, videos y fotos a velocidad luz.

El desarrollo de la historia: del prólogo a la adoración

Coro y orquesta acompañaron de grata manera la velada. Foto: Mary Ochoa

El prólogo de la obra “En Belén a Media Noche” León fue con la frase Adeste Fidelis, latinismo que tiene dos significados: “Oh, vengan todos los fieles” o “Estén presentes, fieles”, que invita a los feligreses a acudir a Belén a adorar al Niño Jesús.

En la Anunciación a la Virgen María se tocaron dos piezas: “Por el Valle de Rosas” del mexicano Miguel Bernal Jiménez y la clásica Ave María del compositor alemán Franz Schubert.

El empadronamiento y las posadas

Le seguiría el tema del Empadronamiento. De acuerdo con la voz del narrador, José acudiría a ello junto con su esposa, quien esperaba un hijo. Se tocaron las melodías: “Hacia el Nacimiento del Niño Jesús” del músico y compositor chileno-mexicano Juan Santiago Garrido Vargas y Las Posadas Mexicanas, con el conocido canto: “Dale, Dale…. no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino”.

Luego vendría la anunciación a los pastores, donde se les avisa del nacimiento del Niño Jesús y que sería el salvador del mundo, presente en un pobre portal de Belén.

Los pastorcillos, animados, caminan a Belén a adorarlo. En distintas escenas aparecen un par de burros, uno de ellos llevando a María y José en su travesía.

Tocan Los Pastores que a la letra dice: “Vamos pastores, vamos, vamos a Belén/a ver en ese niño la gloria del Edén”, con autoría de Evaristo Ciria, y el popular Burrito Sabanero de H.B Manzano, que fue cantado por el público a todo pulmón: “Con mi burrito sabanero/voy camino de Belén/Si me ven, si me ven/ voy camino a Belén,/ Si me ven, si me ven, /voy camino a Belén.”

La música de navidad y villancicos fue ejecutada con excelencia. Foto: Mary Ochoa

El clímax: el nacimiento y la adoración

Uno de los relatos máximos de la Obra En Belén a Media Noche León, fue el nacimiento de Jesús. Se interpretaron las siguientes melodías: Coro de Ángeles; Gloria de Vivaldi, “Alegría para el Mundo” de G.F. Handel y de J.S. Garrido, “A la Nanita Nana”.

Un episodio lleno de alegría fue la adoración de los pastores a Jesús en su Pesebre. Las canciones ad hoc fueron: “El Pastorcillo”, “Vamos Pastores Vamos” y la clásica canción navideña: “Peces en el Río”.

La historia sigue con Los Sabios de Oriente o Los Reyes Magos. Guiados por la Estrella, llegan y se postran ante el Niño Jesús y le regalan: oro, mirra e incienso. Las piezas son: Los Reyes Magos de Juan Santiago Garrido (chileno-mexicano), Campana sobre Campana y cierran con la tradicional y conocida “Noche de Paz”.

La culminación de la obra fue la adoración con el tradicional tema de “El Niño del Tambor” de H. Simeone, que fue un éxito del español Raphael, y finalmente “Hallelujah” de GF Handel, con orquesta.

El mensaje: ha nacido el Niño Jesús y es un llamado a adorarlo. Un auténtico exhorto a vivir una linda navidad bajo el amparo del redentor del mundo.

DMG

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