Miguel Miramón era uno de los cadetes que enfrentó al ejército norteamericano en el Alcázar de Chapultepec, aquí la historia del que podría haber sido el séptimo Niño Héroe. Conocido como “el joven Macabeo”, la historia oficial lo dejó plasmado como un traidor y pocas veces se menciona su nombre como héroe, pero Miguel Miramón fue uno de los cadetes que se encontraba en el Castillo de Chapultepec durante el ataque de los norteamericanos a México por lo que es considerado el “séptimo Niño Héroe”.
La historia comienza cuando en 1846, Miramón ingresó al Colegio Militar y con tan solo 15 años formó parte de los cientos de jóvenes que enfrentaron a los estadounidenses, un acto de valentía ya que como cadetes no estaban obligados a participar.
En 1847, el ejército estadounidense avanzó en México y llegó a la ciudad en el mes de agosto, después de diversas batallas se preparó para la embestida final que sería en la capital durante el mes de septiembre.
La batalla que dirigía el general Winfield Scott, comandante del ejército invasor, inició en el poniente de la ciudad, muy cerca del cerro de Chapultepec, por lo que el 12 de septiembre el castillo fue bombardeado para preparar el golpe final al día siguiente.
Santa Anna consideró que los informes que señalaban que se atacaría nuevamente el Castillo era solo un ardid, decidió dejar en el castillo a sólo 800 hombres y caminar hacia el sur de la ciudad considerando que ahí se viviría el verdadero asalto a la ciudad.
En el Castillo quedaban 50 cadetes los cuales fueron llamados a abandonar el lugar y bajar para ponerse a salvo pero algunos de ellos tomaron esto como un acto de fuga por lo que desobedecieron la orden y decidieron quedarse en el lugar.
La toma del Castillo de Chapultepec inició a las 8:00 de la mañana del 13 de septiembre, para ese momento muchos de los soldados habían desertado, sin embargo los cadetes permanecieron en sus puestos y defendieron el sitio con sus rifles y bayonetas, entre ellos estaban los 6 que ahora son nombrados constantemente en nuestra historia oficial y que murieron defendiendo nuestra patria.
Pero Miguel Miramón también formó parte de este grupo de jóvenes y estuvo a punto de perder la vida, luchó herido del rostro, frente a frente con un soldado estadounidense que lo hirió una vez más con su bayoneta, sin embargo, la intervención de otro soldado enemigo fue lo que lo salvó, la esposa de Miramón, Concepción Lombardo señalaba en sus “memorias” que el norteamericano “se sorprendió por la valentía, serenidad y firmeza del joven cadete” por lo que tan solo lo tomaron como prisionero.
Así fue como el destino de Miguel Miramón tomó un rumbo muy distinto al de los conocidos Niños Héroes, se convirtió en General a los 24 años y en 1859 fue nombrado Presidente de México en calidad de interino por el Partido Conservador bajo los principios del Plan de Tacubaya, en oposición al Presidente liberal Benito Juárez, quien había accedido al poder siendo presidente de la Suprema Corte de Justicia a través de la renuncia de Ignacio Comonfort.
Miramon se había convertido en el Presidente más joven de México a los 26 años, también fue el primer Presidente nacido como ciudadano mexicano ya que todos sus predecesores nacieron durante el Virreinato de la Nueva España y durante los siguientes dos años se distinguió como el máximo líder de los conservadores.
PRESIDENTE DE MÉXICO
(reconocido por los Conservadores)del 2 de febrero de 1859 al 13 de agosto de 1860El Plan de Tacubaya proclamado por los conservadores contra el gobierno liberal fue apoyado en primera instancia por el presidente Ignacio Comonfort.
Sin embargo, los conservadores no vieron con buenos ojos que el joven Presidente mantuviera negociaciones paralelas con los liberales y lo desconocieron el 11 de enero de 1858. Bajo la Constitución de 1857, en la que se suprimió el cargo de vicepresidente, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación debía ocupar la presidencia interina del país. Como el Plan de Tacubaya desconocía la Constitución de 1857, los conservadores nombraron presidentes interinos.
En el marco de la guerra contra los franceses, el gobierno juarista abandonó la Ciudad de México y los conservadores se establecieron en la capital. La suerte le cambió a Miramón en una “Navidad Negra” cuando los conservadores fueron derrotados definitivamente en la Batalla de Calpulalpan un 22 de diciembre de 1860, y el 1 de enero de 1861 los liberales recuperaron la capital. Los remanentes de las milicias conservadoras siguieron combatiendo durante parte de 1861.
Durante la Guerra de Reforma se tuvo que ir al exilió a Europa perseguido por la amenaza de ser encarcelado y fusilado por Benito Juárez por haberse convertido en el líder y haberse puesto del lado de los conservadores. Pero regresó finalmente en 1867 tras la salida de los franceses para ponerse al servicio de Maximiliano y tomar revancha en contra de Benito Juárez.
Pero su suerte le volvió a cambiar al terminar siendo fusilado por orden de Benito Juárez en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867 con la sentencia de traidor a la patria al lado de Maximiliano, se dice que el propio emperador fue puesto en medio en la línea de fuego pero cedió su lugar en el centro en un gesto de honor al propio Miramón, quien en sus últimas palabras se dice que gritó “Viva México”, aquí una historia más que la historia oficial no contó de nuestro México querido.