Los estudiantes de la Secundaria General No. 17 Sor Juana Inés de la Cruz, en León, registran su asistencia a través de una cámara de reconocimiento facial.

Este plantel es una de las seis secundarias federales pertenecientes a la Sección 13 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que cuentan con este tipo de tecnología en León; las otras son las secundarias generales No. 3, 9, 15, 20 y 21.

Así lo informó Raúl Espinoza Alonso, secretario general de la Sección 13 del SNTE en Guanajuato, quien destacó que, además de la cámara facial, la escuela también dispone de un arco detector de metales, con el objetivo de fortalecer la seguridad de los estudiantes.

Autoridades del sindicato inauguraron ayer estos instrumentos biométricos en las instalaciones de la Secundaria No. 17, ubicada en la colonia Valle del Real, y subrayaron que esta tecnología fue financiada con recursos aportados por los padres de familia a través de contribuciones voluntarias.

“El instrumento biométrico es el checador que se usa en las empresas donde a través de la huella digital, la palma de la mano o el rostro nos damos cuenta cuántos alumnos asistieron a la escuela. Van a ‘checar’, la cámara facial está en la entrada, el alumno se identifica con su rostro y así registra su asistencia, como se hace en las empresas.

“Al mismo tiempo este sistema nos va a permitir enviarle un mensaje a los padres de familia para saber si el niño que no asistió está en casa. Esto es por la seguridad de los niños, sabemos quienes están, pero lo más importante es saber por qué otros estudiantes no están y que el padre de familia sepa que están o no en casa”, afirmó Espinoza Alonso.

Agregó que, al detectarse la inasistencia de un estudiante, la escuela se pondrá en contacto de manera inmediata con los padres de familia o tutores, a fin de notificar que el alumno no llegó al plantel.

“El problema no es la inasistencia, sino que no tenemos la seguridad de que los estudiantes estén en su casa, entonces, nos preocupamos por la seguridad de los niños y hemos demostrado que el lugar más seguro para ellos son las escuelas.

“Si el alumno está enfermo y en su casa no hay preocupación, el problema es que el estudiante no esté en la escuela y tampoco esté en casa y este instrumento biométrico nos permite saber cuántos vinieron, a qué hora llegaron y comunicarle a los padres de familia si el niño no llegó”, reiteró.

Espinoza señaló que el arco detector de metales permitirá evitar la revisión directa de mochilas, una práctica que en ocasiones genera molestia tanto entre estudiantes como entre padres de familia, al considerarse un posible atentado contra los derechos de los menores.

“Ahora a través de este arco detector de metales esta revisión se hará de manera electrónica sin afectar la individualidad de los niños. Si se detecta alguna anomalía, de manera privada y con la presencia del padre de familia se entabla comunicación de por qué un alumno trae algo que no necesita como parte de su aprendizaje.

“Esta es una de las primeras escuelas en contar con esta tecnología. No todas las escuelas la tienen porque no es algo barato; en León y el corredor industrial prácticamente la mayor parte de las escuelas tienen algún instrumento de seguridad como las cámaras”, concluyó.

AAK

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