Perspectiva
“El momento Texcoco”. Hay que bautizarlo así, es la mejor forma de crear una metáfora sobre la tontería y la miseria humana de algunos líderes.
“El momento Texcoco”. Hay que bautizarlo así, es la mejor forma de crear una metáfora sobre la tontería y la miseria humana de algunos líderes. Lo llamamos así por la decisión que tomó unilateralmente Andrés Manuel López Obrador cuando tumbó a patadas la mejor obra de infraestructura en la historia del país. Todo por capricho.
Los resultados de las tarifas impuestas por Donald Trump, son eso: un “Momento Texcoco”. Se vio en la caída del valor de las empresas norteamericanas, canadienses y mexicanas al arranque de las bolsas el lunes. Todo regresó a la normalidad, cuando dijo que esperaría un mes para lograr acuerdos.
Todos los economistas le dijeron al “agente naranja” que la iba a regar, que generaría inflación, altas tasas de interés y una reducción en el crecimiento. Trump, en su cabecita loca, imagina a su país como una ultra potencia mundial sin la ayuda de México, Canadá, China, Europa o los BRICS. Alucina.
La decisión era tan tonta que hundiría a la Ford, a la General Motors también y a Stellantis (Chrysler). Son empresas que producen un millón 900 mil vehículos anuales en México, además de los que fabrican en Canadá, son “Made in North America”.
Dijo Trump que sería un tiempo difícil (para EE.UU) y habría que aguantarse, algo que no tiene sentido para el norteamericano común que pagaría más en los supermercados y en las agencias de autos. Tampoco vería una reducción en el pago de su hipoteca porque los intereses permanecerían altos. Incluso podría subir la mensualidad.
Eliminar el comercio es disminuir la riqueza. El mejor momento de EE.UU en muchos años es hoy: bajo desempleo y crecimiento en el ingreso real de los trabajadores: aumento de su PIB casi al 3%, inflación a la baja, desarrollo tecnológico y aumento de la productividad con la IA. Nunca estuvo mejor.
En lugar de “Hacer grande de nuevo a EEUU”, puede declinar como potencia mundial. Mientras China y Europa lucharán con todo por evolucionar y mejorar la competitividad de sus industrias y su producción, el país de Trump no podría competir.
Viene una predicción. Así como los chinos inventaron la plataforma de IA DeepSeek con escasos recursos, también pueden salir con un procesador que compita con los mejores de Nvidia. A los chinos les prohibieron comprar las máquinas holandesas de punta para fabricar chips. Los chinos copiarán esas máquinas como copian y mejoran todo. La sorpresa sería que rebasaron a Occidente en la capacidad y calidad de ultraprocesadores como los de Nvidia. Nada está escrito.
De todas las plataformas consultadas sobre la probabilidad de que cancelaran los aranceles a México, la más acertada fue la china DeepSeek, que pronosticó un 70% de probabilidades de que EE.UU cancelara los aranceles. Así será.
La competencia es la fuerza que impulsa la creación, la conversión de procesos, productos y servicios. Un ejemplo es la planta más grande del mundo que Foxconn construye en Guadalajara para armar servidores con chips GB 200 de Nvidia en México. El “superchip” combina dos GPUs Blackwell, procesadores gráficos de uso general. Casi todas las empresas tecnológicas y los desarrolladores de IA esperan esos superchips para mantener sus operaciones, según una nota de Bloomberg.
Busque lo que quiera en DeepSeek. Se sorprenderá.
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