León, Guanajuato.- Hablando de números, podemos pensar en un extraordinario 10 y en un histórico 11, pero nada comparado, nada, con lo mágico que puede ser un 8 en el escudo esmeralda.
La Fiera ya igualó al Toluca al cosechar una seguidilla de 9 triunfos y se puso a uno de empatar el récord del Cruz Azul conseguido hace 47 años con una decena de victorias de forma consecutiva.
De ganarle al Necaxa y al Puebla en las siguientes jornadas, el cuadro verdiblanco quedaría como el dueño de un récord que pocos escriben.
De La Máquina de la temporada 71-72 y de los Diablos en el Clausura 2018, sólo fueron los Celestes quienes se coronaron.
Aunque no asegura el título dado el sistema de competencia, claro es que tener una marca así produce un cuello digno de levantarse y abona en muchos aspectos a las intenciones de la que se alimenta un club para alcanzar el logro de ser campeón.
Luego de 12 fechas en el Clausura de este año, el León ya dejó de ser un líder general para convertirse en el superlíder de la Liga MX. Virtualmente calificado a la Liguilla sumando 29 puntos, deberá enfocar sus esfuerzos a cerrar al máximo pues no podemos dejar a un lado que al mismo tiempo que los Esmeraldas sueñan con la octava estrella, también Tigres ambiciona una séptima, Monterrey una quinta y América una décimo cuarta.
El León de Nacho Ambriz ha dado muestras de contar con una mística que no se le veía en mucho tiempo, ofrecida por jugadores que le juegan de tú a tú a los equipos de un buen poderío futbolístico y además inmisericorde para los de abajo.
Asimismo, notamos un mismo objetivo en el equipo a pesar de los diversos liderazgos que se pudieran tener en el vestidor leonés, percibimos a un capitán que le ha sabido dar un valor especial al gafete y compañeros que respetan eso.
En este superlíder se ve a un timonel con una convicción en lo que hace, propone y decide, que ha recompuesto los errores aún con la ceguera que pueden dar las victorias y cuya característica de ser catalogado como un técnico frío la ha canalizado en una propuesta agradable de futbol.
Hoy La Fiera es dueña de la cima, dueña del liderato de goleo individual y colectivo, dueña de la mejor defensa, dueña de la mejor calidad como visitante y lo mejor de todo, dueña de su destino.
Aquí la cuestión es hasta dónde llegarán en los Verdes esos deseos de trascendencia teniendo un torneo como el que se vive y qué harán para cuidar lo ya hecho.
Leí una frase que podemos escribirla en algún lugar de esta temporada: “eres dueño del futuro cuando crees en la belleza de tus sueños”.
Considero que este León comenzó a soñar en el minuto 94 en la visita de la segunda fecha al Monterrey, justo cuando cayó el empate marcado por Mosquera, porque fue en la casa de un rival que le había visto la cara a La Fiera y cuando el equipo se dio cuenta que contaba con carácter para fabricar algo mucho más grande.
¿Soñar con la octava? Por qué no. Si existe una ilusión para consolidar, hay un éxito por alcanzar.
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