De guardiana de la bahía a Condesa de Gigli.
Sí, Pamela Anderson ya es toda una aristócrata.
Arrodillada, la actriz, ex conejita de Playboy, modelo y defensora de la flora y fauna recibió los golpes de sable con los que Stephan Cernetic, el autodenominado Príncipe de Montenegro, la nombró condesa de Gigli.
La ceremonia tuvo lugar en Génova, Italia, en donde se le confirió este honor a Anderson por su activismo en favor de los animales, especialmente de la fauna marina.
Sus hijos Brandon y Dylan fueron nombrados caballeros honorarios.
Stephan Cernetic, nacido en Belgrado, asegura ser el heredero del trono de Montenegro y Macedonia, y concede regularmente títulos nobiliarios.

Por Reforma

Escrito en León el 24/6/2015 · 00:00