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Son maestros de 10

Hoy, Día del Maestro, miles de catedráticos celebran con orgullo esta profesión que día a día imparten en sus aulas para formar jóvenes estudiantes y

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Hoy, Día del Maestro, miles de catedráticos celebran con orgullo esta profesión que día a día imparten en sus aulas para formar jóvenes estudiantes y profesionistas para un futuro mejor.

Multiplica su enseñanza

“Se siente bien, enseñar y compartir”, ese compartir llevó a Juan José Chávez Jasso a incursionar en el mundo de la docencia.
El interés por la docencia surgió en su preparación media superior, al dar su servicio social como asesor de química, matemáticas y física, de esas asesorías nació la pasión por decir “se siente bien enseñar”.
A 26 años de docencia, de enseñar y aprender de sus alumnos, el ingeniero Chávez Jasso, catedrático de la Escuela de Nivel Medio Superior de Irapuato, asegura que los procesos de enseñanza con el paso de los años van cambiando: “Antes el profesor era un transmisor de conocimiento; actualmente es un facilitador de conocimientos, que ayuda a que el alumno pueda lograr el desarrollo de una serie de competencias que le van a servir para hacer frente a la vida”, compartió el maestro.
En sus inicios como profesor, los obstáculos a los que se enfrentó fue buscar la empatía con los alumnos, además de enfrentarse a los nervios de estar frente a un grupo, “llegas a un grupo y se te quedan viendo con la mirada de qué me va a enseñar, si sabe lo que está diciendo, ese temor al principio nos gana a muchos”, añadió el ingeniero.
A la fecha, Chávez Jasso asegura que el catedrático debe estar en constante actualización: “El alumno ya no le da temor pasar al pizarrón, ahora preguntas quién quiere pasar al pizarrón y varios levantan la mano. Los alumnos ya no son pasivos, ya no se queda esperando a ver qué le enseñan, el alumno quiere participar, por ello debemos estar en constante actualización”.
Entre los mayores retos a los que Chávez Jasso se ha enfrentado como profesor es llegar al salón de clase, exponer su tema, cuando se busca cerrar su clase y darse cuenta que nadie ha entendido eso es lo más terrible que pudiera existir: “Ese tiempo que utilicé fue un desperdicio, pero implicaría que no me preparé adecuadamente”.
La vida de un profesor también está llena de satisfacciones, entre la mayor de ellas ver a sus alumnos convertidos en unos profesionistas o lograr que un alumno supere sus dificultades: “Cuando un alumno me planteó en un principio que se le dificultaron las matemáticas y que al final diga me gustan las matemáticas, me agrada”.

Dedicado a su profesión

“Una profesión interesante, hermosa, donde compartes, ayudas y formas”, así define Melchor Palma Rojas la mejor profesión: ser maestro.
Hace 36 años Melchor Palma incursionó en el mundo de la docencia, el interés por esta noble profesión surgió por la búsqueda de una transformación de actitudes: “Me motivo mucho el ver la superación personal, ver que cada persona tiene la oportunidad de ser mejores”, compartió Palma Rojas.
Como todo profesor, Palma Rojas asegura que no es fácil involucrarse con los jóvenes, pero antes de ser profesor tuvo la fortuna de involucrarse con sus alumnos: “Con mis compañeros fui tomando confianza y ya al estar frente a un aula me fue más fácil”.
El profesor Melchor asegura que de sus inicios a la fecha la docencia se ha trasformado en gran magnitud, a medida que pasa el tiempo se van buscando estrategias, buscar nuevas tecnologías y estrategias de pedagogía, didáctica, para así lograr que el estudiante aprenda: “Tenemos que adaptarnos en la medida que la sociedad va cambiando, métodos de estudio, capacitación ya que el compromiso de nosotros es servir, educar y apoyar a los jóvenes”.
El licenciado Palma ha tenido mayores satisfacciones que obstáculos, entre ellas el ver a sus alumnos ya convertidos en profesionistas, hombres de bien en la sociedad, que juegan papeles importantes de lideres: “La máxima satisfacción como docente es ver a mis alumnos realizados. Hasta actores tenemos: Silvia Navarro fue alumna mía”, concluyó.

Profesora de vocación

“Una intermediaria entre el conocimiento y el aprendizaje”, así define Lilia León Cortés, directora de la Escuela de Nivel Medio Superior de Irapuato, su profesión.

Hace 25 años, la maestra Lilia León se adentró al mundo de la docencia, su interés por esta vocación que jamás se termina de aprender, surgió en la universidad: “Desde que estaba en la universidad teníamos círculos de estudio y siempre me gustaba compartir lo que yo aprendía”.
Ya como egresada, León Cortés fue invitada a dar clases en el curso propedéutico de la entonces Preparatoria Oficial de Irapuato: “De esas clases nació aún más el deseo de compartir lo poco que yo aprendí con los alumnos de ese nivel”.
Como maestra, Lilia tiene incontables experiencias y retos por cumplir. Entre los mayores retos es el poder motivar a los alumnos que no les gustan las áreas duras (química), esforzarse por tratar de contagiar a sus alumnos de esa pasión por las ciencias duras es uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado como maestra, pero también existe quienes se apasionan por esta materia y es de ellos quien la maestra trata de buscar nuevos aprendizajes.
Entre las mayores satisfacciones, León Cortés asegura que es ver a sus ex alumnos realizados,  “verlos convertidos en todos unos profesionistas, como buenos ciudadanos, que se han sabido conducir,  esa es la mayor satisfacción”.

Licenciado apasionado a la docencia

“Abeja de corazón”, así se define el licenciado en Derecho Jerónimo Solórzano, profesor desde hace 27 años de la Escuela de Nivel Medio Superior de Irapuato.
Egresado de la Universidad de Guanajuato, y con la camiseta bien puesta de su alma máter, el licenciado decidió enfocarse en la docencia, compartir sus conocimientos, era uno de sus mayores sueños.
Entre lo retos más difíciles como profesor, Jerónimo asegura que más que dificultad, son satisfacciones, pero entre los mayores retos es la constante capacitación y actualización con los avances tecnológicos.
La mayor satisfacción como catedrático es sin duda ver a sus alumnos egresados con sus familias con posiciones importantes, gente productiva, integrada a la sociedad, gente que ya está transformando los destinos del País: “Tener como alumnos a hijos de mis alumnos es una grata sorpresa, es una experiencia muy importante”, añadió el catedrático, quien describe su profesión como una actividad muy noble que te llena de orgullo profesional.

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