A unos días de que el presidente Enrique Peña Nieto anunciara su intención de fortalecer el apoyo a las unidades de investigación científica y desarrollo tecnológico en México, el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) vive una crisis no académica, sino económica.
Langebio, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Irapuato, comenzó a trabajar en 2005 y desde entonces a la fecha se ha hecho de una reputación en el mundo científico.
Sus proyectos de investigación han atraído el interés de la Fundación Bill y Melinda Gates, del Instituto Howard Hughes, la Comunidad Económica Europea y la empresa DuPont, y sus hallazgos se han publicado en revistas de alto impacto como Nature, Science o PNAS.
Pero, hasta el momento, carece de una estructura orgánica definida que, de no aprobarse pronto y asignarse las plazas correspondientes, pone en riesgo su operación para 2014, debido a que el fideicomiso de la SEP que lo mantiene en funcionamiento está por agotarse, comentó Luis Herrera, titular de la institución.
“El fideicomiso lo estableció la SEP hace ocho años para solventar los gastos del Laboratorio mientras se aprobaba su estructura orgánica y con ella las plazas para los trabajadores y pese a que somos un ejemplo en cuanto a resultados obtenidos y operación, permanecemos en el limbo, pues no tenemos suficientes plazas, ni siquiera la plaza de director.
“El dinero era para cinco años y extendimos su uso alrededor de ocho, pero ya se va a acabar. El doctor (René) Asomoza sabe que este año nos transfirieron el último peso del dinero que tenía el Langebio en el fideicomiso”, señaló el especialista.
Aunque en varias ocasiones Herrera Estrella ha hablado con el director general del Cinvestav sobre este problema, el argumento que ha recibido es que el problema lo genera el decreto de austeridad emitido por el Gobierno federal.
Este decreto limita la contratación de personal para dependencias del Gobierno federal, pero no para centros de investigación.
“Al menos así debería de ser, si podemos creer en lo que el presidente Peña Nieto ha expresado públicamente, que su Gobierno realmente dará prioridad y convertirá a la ciencia y tecnología en una palanca para el desarrollo económico y social de nuestro País.
“O no se han hecho suficientes gestiones o al Gobierno federal no le interesa el trabajo que está haciendo Langebio”, señaló Herrera Estrella.
El organigrama del Laboratorio fue desarrollado por él y presentado en 2006 a la administración de Rosalinda Contreras, la entonces directora general del Cinvestav, y se presentó a las autoridades de Hacienda y la Función Pública para su aprobación.
“Todo el personal de mantenimiento y gran parte del personal de apoyo a la investigación están pagados por honorarios y el año que viene no tendremos fondos para esto”, enfatizó Herrera Estrella.
Reforma buscó al director general del Cinvestav, René Asomoza, pero no ha respondido a la solicitud de entrevista.

Y acumula dificultades

A los problemas financieros de Langebio se agrega que el centro quedó excluido de la Red Niba, que ofrecerá servicios de internet de banda ancha a universidades y centros de investigación, comentó Stewart Gillmor, investigador adscrito al centro.

Mauricio Carrillo, también investigador, ha intentado desde hace dos años que el Langebio y el Cinvestav Irapuato sean incluidos en la red, pues el volumen de información que manejan implica gran capacidad de procesamiento.
“Lo preocupante es que a la Dirección General no le generó inquietud, la posición fue de: ‘si todas mis unidades estarán conectadas a la red Niba menos una, pues ni modo’”, finalizó Carrillo.

Por Reforma

Escrito en Opinión el 27/5/2013 · 00:00