Irapuato, Guanajuato.- Para Quino Mars, un joven salmantino que es VIH positivo desde enero del 2020, enterarse de su diagnóstico no fue una condena de muerte. Gracias a la información sobre la enfermedad y las redes de apoyo, ha podido sobrellevar la noticia y transformar su vida.
Quino Mars comentó que, aunque se enteró del virus por la prueba, ya lo había notado en su salud. Debido a que se dedica a la danza, comenzó a sentirse muy débil y experimentó un bajón en su productividad, acompañado de otros malestares físicos.
“Para mi lo peor en su momento era el VIH, me hice la prueba, salió positivo y me di cuenta que no es lo peor que me pudo haber pasado porque afortunadamente sí contaba en cierta información yo en el momento de mi diagnóstico, supe como actuar y supe a donde ir”, dijo.
El diagnóstico de “VIH positivo”: El valor del acompañamiento
Quino señaló que no esperaba encontrar personas que trabajan con quienes viven con VIH positivo y que se dedican a dar acompañamiento, ya que el médico solo brinda medicina.
“Una vez que llegas a tu casa, te quedas solo, pero luego ellos te llenan de amor, de información acerca de la alimentación, acerca de que tanto te puedes divertir y disfrutar la vida y afortunadamente existen redes de acompañamiento tanto a nivel municipal aquí en Irapuato como nivel estatal y nacional donde ya uno puede desahogarse…”, agregó.
“…porque lo más lamentable es cuando vives tu diagnóstico en soledad, que no le cuentas a tus amigos, a tus familiares, a tu pareja, por el miedo al rechazo y el estigma”.
En el marco de la conmemoración del Día contra la lucha del VIH/SIDA, el objetivo es acercar información, dar acompañamiento y brindar datos de prevención a la población.
“¿Qué pasa con las personas que vivimos con el virus? nos volvemos invisibles ante la sociedad, piensan que ya no tenemos necesidades sexoafectivas, que ya no tenemos, otro tipo de capacidades cuando al contrario, muchas veces el diagnóstico hace replantearnos nuestro sistema de creencias y yo te puedo asegurar que el 90% de personas que viven con VIH han tenido una mejora en su calidad de vida, luego del diagnóstico”, añadió.
El estigma social no evoluciona como la ciencia
Evera Vica Chávez, titular de la Unidad de Diversidad Sexual y de Género, compartió que, a más de 40 años desde que se escuchó por primera vez sobre el VIH, la ciencia ha evolucionado. Sin embargo, la conversación social sobre el tema no ha avanzado al mismo ritmo, lo que mantiene el estigma contra el VIH positivo.
“El tema muchas veces no se ha socializado desde la evidencia, sino desde el miedo, el estigma, la violencia simbólica, y ese estigma, más que el virus, sigue siendo una de las barreras más fuertes”, comentó.
El director de salud municipal, Eduardo Tovar Guerrero, informó que en México se han detectado 15 mil 500 nuevos casos de VIH durante el 2025. En Guanajuato, se tiene el registro de 545 personas diagnosticadas de enero al 30 de septiembre de este año.
Discriminación frena la detección: El drama de vivir con VIH y SIDA en Guanajuato
Desde 1983 hasta octubre de 2025, en Guanajuato se han diagnosticado 9 mil 358 personas con VIH. Actualmente, 3 mil 681 pacientes reciben tratamiento antirretroviral gratuito, además de atención psicológica y nutricional en los tres Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) ubicados en Irapuato, Celaya y León.
Según datos del Censida (Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida), hasta el 30 de junio del año en curso, Guanajuato se ubicó en el lugar 15 a nivel nacional en personas en tratamiento antirretroviral, con 3 mil 567 pacientes. Los primeros lugares son Ciudad de México (20,770), Estado de México (12, 716), Veracruz (12,121) y Jalisco (9,326).
Entre enero y octubre de este año, se confirmaron 369 nuevos casos de VIH en el estado, informó la Secretaría de Salud de Guanajuato. León concentra la mayoría con 250, seguido de Irapuato con 84, Celaya con 72, Salamanca con 33 y Guanajuato capital con 24 casos.
Eva Gutiérrez Delgado, directora del Capasits León, detalló que en este centro se diagnostica a 150 pacientes nuevos al año en promedio. El 40% de ellos están en etapa avanzada y la mayoría tiene entre 35 y 55 años. Gutiérrez Delgado afirmó que el problema sigue siendo el diagnóstico tardío, ya que los pacientes acuden a solicitar la prueba hasta que tienen síntomas de VIH, como fiebre, pérdida notoria de peso o diarrea que dura hasta cinco días.
“La cultura debería ser que cada año nos hagamos una prueba de la presión arterial, de la glucosa y también una prueba de VIH, sin importar si la persona se considera en riesgo o no. Solo quien no tiene actividad sexual es una persona que no estaría en riesgo de contraer VIH”, subrayó la directora.
HLL