Decide terminar la primaria para ayudar a su hija con la tarea

A sus 54 años, José Ismael Mendoza Lara concluyó sus estudios de primaria no sólo para superarse, sino para ayudar a las tareas escolares de su pequeña hija.
 

Dicharachero, vacilador y sentado en una silla desgastada de gamuza que está en su negocio de venta de bebidas alcohólicas, platicó que las ganas de aprender también lo impulsaron a conseguir un certificado de estudios.
 

Ismael dijo conocer de norte a sur las carreteras de México, ya que en su tiempo libre transporta frutas y verduras en su camión; empezó como trailero desde los 16 años y dejó la primaria en el tercer grado debido a las carencias que existían en su hogar.

La razón que lo llevó a concluir la primaria fue Paloma, su hija, quien a sus seis años le pedía ayuda para sus tareas, para aprender a leer y hacer cuentas matemáticas.

Sus ganas lo llevaron a abandonar temporalmente una de las cosas que más le gusta hacer en la vida: conducir por las carreteras federales del país, porque ahora acude al Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) en Hidalgo, en donde, dijo, le proporcionaron libros y asesorías para aplicar un examen.

Luego de tres meses, en junio de 2017 recibió su certificado oficial de estudios expedido por la Secretaria de Educación Pública (SEP) cuyo promedio marca 8.8.

No obstante, Ismael dijo que por el momento no continuará con el siguiente nivel educativo, ya que cursar la secundaria requiere invertir tiempo, el cual utiliza en trabajar para que su hija concluya sus estudios hasta la universidad, expresó.

Aun con la voluntad de José Ismael por superarse en materia educativa, forma parte de las estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que indican que en Hidalgo 503 mil 103 personas no cuentan con los estudios de educación básica obligatoria y tampoco asisten a un centro de educación formal.