Irapuato, Guanajuato.- Irapuato registró un aumento de migrantes del 340 % de enero a julio de este 2023.

Así lo aseguró Thasia Oliveira, integrante de “Los Amigos del Tren”, organización encargada de supervisar las cifras de las personas que pasan por la ciudad.

Prueba de ello, es que alrededor de 2 mil migrantes se aglomeran semana tras semana debajo del puente Siglo XXI.

Esta es la cifra más alta que se ha registrado en la ciudad los últimos 10 años, sin contar las alcanzados durante las caravanas organizadas.

Así lo consideró Yerko Zegarra, representante legal y director de proyectos de la Asociación Civil Tu Bien a Mi Costo Sin Fronteras, de la cual depende “Los Amigos del Tren”, y el Gobierno Municipal de Irapuato lo confirmó el jueves 10 de agosto, al declarar el fenómeno como una emergencia social.

Zegarra sostuvo que el flujo migratorio en Irapuato aumento´ desde diciembre del año pasado, y de junio a julio de este año, registró que la asociación civil a la que pertenece pasó de servir 4 mil 932 platos de comida, a servir 6 mil 954.

De acuerdo con Yerko, “Los Amigos del Tren” no tienen una teoría respecto al crecimiento del paso de migrantes, planteó como hipótesis que las personas comenzaron a organizarse desde el sur para viajar en grupo y salvaguardar su seguridad.

La alcaldesa de la ciudad, Lorena Alfaro García, detalló que el paso de migrantes por Irapuato se ha triplicado en los últimos meses, llegando a tener hasta mil al día.

Con información de la Organización Internacional de Migrantes (OIM) Alfaro explicó que de 200 a 400 mil migrantes cruzan por suelo mexicano anualmente, convirtiendo al corredor migratorio México-Estados Unidos en uno de los más concurridos del mundo.

La espera del tren

Un aproximado de 300 a 400 personas llegan cada día a Irapuato para esperar a que pase el tren.

“Uno quiere seguir adelante y cumplir sus sueños, uno no quiere estar aquí dando lástima”, aseguró Omar Totua, migrante venezolano que a sus 28 años emprendió el viaje hacia Estados Unidos a lado de su esposa y sus tres hijos.

Junto a él, cientos de personas procedentes de Guatemala, Ecuador, Honduras, Panama´, Colombia, México y otros países de Latinoamérica, esperan debajo del puente vehicular Siglo XXI, a un costado de las vías del tren, a que pase el ferrocarril que los acercara´ a la frontera con Estados Unidos.

La violencia, la discriminación y la falta de recursos en sus países los ha orillado a encontrar en este medio de transporte la forma más segura de viajar, pese al alto riesgo que implica esta travesía, pues se exponen a caerse en el camino, y a perder la vida.

“Viajamos con el nervio de montarnos en eso, pero no hay más de otra, el tren a pesar de ser peligroso es seguro porque no te regresan”, expreso´ Héctor, migrante venezolano que paso´ por Irapuato junto a su esposa y su hija.

“Desde que uno decide montarse al tren sabe que esta´ arriesgando la vida”, comento´ otro migrante.

La espera del tren se convierte en una jornada de días o hasta semanas llenas de incertidumbre, hambre, frio y desesperación, pues los migrantes no tienen información certera de cuándo pasará el ferrocarril que esperan.

“La pasamos rudo con el frío, con los niños, hay que sobrevivirle bastante, aquí cuando llueve no hay una casa de migrantes a donde nos podamos meter, cuando menos la mama´ y los niños”, refirió Totua.

Agradecen solidaridad de irapuatenses

A su paso por Irapuato, los migrantes no están solos gracias a la compañía de Los Amigos del Tren, grupo que esta´ integrado por nueve personas que acuden de lunes a viernes a proporcionarles alimentos, agua, medicina, acompañamiento espiritual, mapas e información valiosa sobre la salida del tren.

A finales de julio de este año, Los Amigos del Tren inauguraron un centro integral llamado “Tu bien a mi costo”, para apoyar a los migrantes y a personas que están en situación de calle. En él ofrecen diversos servicios gratuitos, entre los que se encuentran 7 baños y 7 regaderas.

“Vamos a tener habilitadas duchas, baños, consultorio médico, dental, un espacio para psicólogo, atención jurídica, fisioterapia, podología para cuidar sus pies, porque muchos de ellos vienen lastimados, ampollados, con uñas encarnadas y cuidar sus pies es una forma de acariciar su alma”, detallo´ Anahi´ Libanesa Suárez, encargada de Amigos del Tren.

“Vamos a estar funcionando por ocho horas para que ellos tengan el tiempo de ducharse, comer, descansar y seguir su trayecto”, agregó.

El tren que los migrantes esperan los llevara´ hacia Torreón o Monterrey en un viaje con duración aproximada de 12 horas.

Explico´ que este tren, conocido popularmente como “bolichero”, pasa cada 3 o 4 días en diversos horarios y se detiene de 15 a 30 minutos para que ellos puedan subir con precaución.

“Nadie nos informa cuándo va a pasar el tren, pero por la experiencia sabemos que tarda de tres a cuatro diías y hacemos un cálculo de cuándo le tocaría pasar.

“El tren se para aproximadamente unos quince minutos o media hora, no sabemos de que´ depende que se pare, pero eso hace que sea un poco más fácil que los migrantes no se arriesguen a tomarlo en movimiento.

“El único tren que está permitido que ellos tomen es el que lleva chatarra o bolitas de metal, ningún tren de carga, ni de comestibles o intermodal pueden agarrar, por eso les recomendamos el tren que es de un solo contenedor, donde se pueden sentar”, señaló.

Solidaridad irapuatense

“La gente es dadivosa, eso es lo que nos ayuda porque nos dan dinero, comida, apoyan a los niños con galletas, jugueticos, un regalo para motivarnos, tanto a los padres como a los niños”, dijo Omar Totua, uno de los migrantes, de nacionalidad venezolana.

En esta idea coincide la mayoría de migrantes que pasan por Irapuato, pues aseguran que la sociedad es solidaria y se acercan a darles agua y comida.

Los estudiantes de barbería y estilismo de la Academia Pauleth, acuden cada tercer día a cortarles el cabello, la barba o la ceja y a trenzarles el cabello o hacerles algún otro peinado.

Los vecinos que viven en las inmediaciones de las vías también han encontrado la forma de contribuir a sus necesidades y hasta de hacer negocio, ya que les permiten bañarse a cambio de 30 pesos o usar las instalaciones de sus baños por 20 pesos, cantidad que los migrantes consideran excesiva, pero viable dadas sus circunstancias.

Algunas otras personas, como don~a Josefina, que también vive a un costado de las vías del tren, les permiten bañarse a cubetazos en su jardín y les ofrecen shampoo y jabón completamente gratis.

El Gobierno

De acuerdo con Yerko, hace alrededor de tres meses el Gobierno de Irapuato comenzó a colaborar con Los Amigos del Tren, debido a que recientemente el fenómeno se convirtió en una contingencia.

Desde entonces su labor se ha facilitado en diversos sentidos y el alcance de la ayuda ha incrementado considerablemente, según comentó Yerko.

El 10 de agosto, Lorena Alfaro junto a sus directores de Servicios Públicos, DIF municipal, Desarrollo Social, Salud y Seguridad, ofreció una rueda de prensa en la que explicó las acciones que han hecho desde su Gobierno para atender la contingencia migratoria.

Pero los migrantes comentaron que si bien Irapuato es uno de los lugares más amigables durante su tránsito, las autoridades no les permiten alejarse de las inmediaciones del puente y procuran mantenerlos allí congregados, a pesar de que algunos de ellos viajan con recursos suficientes para hospedarse en hoteles o acudir a restaurantes.

“Tenemos ocho días aquí parados sin producir ni prosperar porque los funcionarios no nos dejan salir debajo del puente, no nos dejan trabajar, ni caminar, solo nos dejan ir al baño y a las duchas”, comento´ Whitney Luque, venezolana que perdió el tren debido a que su sobrina de 3 an~os tuvo que ser hospitalizada a causa de una infección en los riñones.

“Aquí a veces no cabemos, queremos buscarnos otro lugar para poder acostarnos a descansar un rato, pero los policías nos corren de otros lados fuera de esta zona”, contó Darismar Rodríguez, quien viaja con nueve personas de su familia.

“No es que los policías estén aquí para cuidarnos, están aquí para contenernos, nos aglomeran debajo del puente, nos dicen que podemos salir a comprar lo necesario y luego pa’dentro otra vez, sobre todo de noche, como los pollitos, pa’dentro”, dijo Jose´ Luis, un venezolano.

Antes de llegar a Irapuato, algunas personas llevan viajando aproximadamente un mes por varios países de Latinoamérica, pasando por sitios de alto riesgo como la selva del Darién, en Panamá; sin embargo, muchos de los migrantes afirman que su paso por México no es ni menos peligroso ni menos complicado.

AM