León, Guanajuato.- Del 10 de octubre al 2 de noviembre, la Plaza Fundadores del Centro Histórico de León se llenará nuevamente de color y tradición con el regreso de la Feria del Alfeñique, una de las celebraciones más esperadas por las y los leoneses en torno al Día de Muertos.
Durante los 24 días de duración, las y los leoneses podrán disfrutar de una gran variedad de dulces típicos, entre los que destacan los tradicionales alfeñiques, figuras coloridas elaboradas con azúcar, además de una amplia oferta de artesanías hechas a mano por artesanos locales.
En esta edición participarán 109 artesanos locales, quienes forman parte de esta feria emblemática que busca preservar y difundir las expresiones culturales de la región.
Además, este año la Unión de Artesanos Leopoldo Cárdenas A.C. celebra su 40º aniversario, así lo compartió Verónica Mejía, presidenta de la Unión de Artesanos, motivo por el cual se ha preparado un programa especial de actividades artísticas y culturales, con al menos 11 días de presentaciones confirmadas.
Entre los eventos destacan la participación de la agrupación Corazón Down, concursos de catrinas, presentaciones de rondallas, bailables, teatro, música en vivo, y otras expresiones artísticas pensadas para todo público.
Asimismo se informó que el programa completo de actividades será dado a conocer próximamente a través de redes sociales, por lo que invitó a la ciudadanía a mantenerse atenta para no perderse ninguno de los eventos.
¿Qué son los alfeñiques?
Los alfeñiques son un dulce tradicional de azúcar glas con limón que se moldea en figuras de diversas formas y colores, haciendo alusión a múltiples cosas, como elotes, frutas, helado, catrinas, entre otros. Siendo estos dulces tradicionales aparte de ser consumidos, fungen como adorno y ofrenda en los altares de muertos en nuestro país, y suelen tener cambios en los ingredientes de los alfeñiques dependiendo del estado.
La historia de los alfeñiques se remonta a los árabes, la palabra alfeñique proviene del árabe “al-fanid”, que significa “pasta de azúcar”, esta pasta los árabes la elaboraban con azúcar de caña y melaza, siendo esta un dulce muy popular en el mundo arabe.
Cuando los árabes se expandieron en gran parte de la península ibérica, trajeron consigo sus conocimientos de confitería y la tradición de hacer este tipo de dulces. Con el tiempo este dulce se popularizó en España, donde se mantuvo como un dulce tradicional para las festividades religiosas.
Con la llegada de los españoles y su conquista a América, trajeron consigo sus costumbres, y con ello, la fabricación de los alfeñiques, imponiendo sus costumbres a la fuerza a los nativos americanos. Con el tiempo, al igual que le pasó a España con los árabes, se instauró en la cultura mexicana, y con el tiempo fue transformándose por completo al fusionarse con las profundas raíces prehispánicas, hasta como la conocemos ahora.
Las culturas nativas originarias de México, como la Mexica, tenían una visión de la muerte muy diferente a la europea, siendo para estos solo una parte del ciclo de la vida, la muerte, en la cual honraban a sus ancestros muertos con rituales que incluían ofrendas y representaciones simbólicas, como el tzompantli, la cual consistia en realizar alteres con cráneos humanos reales, cuando llegaron los Españoles a conquistar América, prohibieron estos rituales, pero la tradición de honrar a los muertos persistió, al mezclarse las dos culturas, detonó lo que hoy en día conocemos a los altares de muerto. Ahora son los alfeñiques, entre otras muchas cosas más, los que en la actualidad, adornan los altares del día de muertos.
L.F.
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