Después de ser advertidos e incluso sancionados por organizaciones internacionales, Corea del Norte continúa construyendo armas y misiles nucleares que podrían poner en riesgo una guerra.

Lo anterior lo dio a conocer un informe confidencial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"Los ciberataques, especialmente sobre los activos de criptomonedas, siguen siendo una importante fuente de ingresos para el gobierno de Corea del Norte", señala este documento anual que acaba de ser entregado a los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

"La cantidad de importaciones ilícitas de petróleo refinado ha aumentado considerablemente" desde hace un año "pero a un nivel muy inferior al de años anteriores", indica también el informe elaborado por los expertos de la ONU encargados del seguimiento del embargo de armas y económico internacional y de las sanciones contra Corea del Norte.

En cuanto al armamento norcoreano que la comunidad internacional intenta limitar, Pyongyang "ha seguido manteniendo y desarrollando sus programas nucleares y de misiles balísticos en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad", subrayan los expertos.

Aunque no se informó de pruebas nucleares o lanzamientos de misiles intercontinentales, Corea del Norte ha seguido desarrollando su capacidad de producción de material nuclear fisionable", agregan.

Durante un año, Pyongyang "ha demostrado una mayor capacidad de despliegue rápido, alta movilidad (incluso en el mar) y una mayor resistencia de sus fuerzas de misiles", destaca el informe.

Encienden los focos rojos en Washington

Desde 2017, el Consejo de Seguridad nunca ha encontrado un consenso sobre el expediente de Corea del Norte, como lo demostró nuevamente una reunión cerrada realizada el viernes en el Consejo de Seguridad y solicitada por Washington para condenar las últimas pruebas de misiles de Corea del Norte.

Para salir del punto muerto, China y Rusia han ofrecido un alivio de las sanciones con fines humanitarios, a lo que Occidente se ha negado. Se espera que Moscú y Beijing vuelvan a defender su caso el lunes durante un debate en el Consejo sobre los efectos nocivos de las sanciones convocada por Rusia.

 

 

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