Los artículos 27 y 28 de nuestra Constitución ya le conceden al Estado mexicano amplio dominio sobre los bienes naturales dentro de nuestro territorio. De manera que crear una “nueva” ley solo para el LITIO resulta redundante. A menos… que algunos miembros de la 4T necesiten con urgencia consumirlo, vía tableta oral, como método médico para la bipolaridad.
Los morenistas querían colocar en el altar de los ofrecimientos al Emperador un triunfillo que cacarear tras dos derrotas contundentes: la escasa participación en la “Revocación” y el descontón a la contrarreforma energética en la Cámara de Diputados. No se puede tomar más que como una ofrenda al Tlatoani una ley tan mal realizada y nulamente pensada.
Por una parte repite el contenido de los artículos mencionados (27 y 28), pero por la otra no menciona NADA respecto a las concesiones ya otorgadas, ni transparenta la forma en que se otorgarán concesiones futuras, pues el Estado mexicano CARECE de recursos para dedicarse a minar litio, actividad con MUY elevados requerimientos de CAPITAL, dentro de un marco de ALTO RIESGO.
El litio en cantidades económicamente viables de extraer no abunda en México. Tenemos en Bacanora, Sonora, rocas ricas en litio, pero esas están concesionadas a una empresa CHINA, Ganfeng Lithium, experta en su extracción, pues es la productora de litio más grande del mundo. Esta empresa YA CUENTA con un FALLO de la COFECE a su favor, refrendando la legalidad de su concesión durante el actual amliato.
¿Y ahora qué, con la nueva ley les van a quitar la concesión? ¿Acaso los expropiarán SIN indemnización? ¿Con cuánto los tendrán que indemnizar visto que en el 2023 Bacanora Lithium estará produciendo ya 17 mil 500 toneladas anuales?
La nueva ley al vapor nada dice ni explica ni avanza o aclara las situaciones YA EXISTENTES. Aparte de la sociedad de Ganfeng con Bacanora Lithium, existen otras siete concesiones, en su mayoría con empresas CANADIENSES, para explotar yacimientos en Chihuahua, Zacatecas y San Luis Potosí. ¿Qué con éstas?
Atascado como está este Gobierno con ONEROSÍSIMAS obras como Dos Bocas y el Tren Maya, más completar los accesos al Aeropuerto de la ex Base Aérea de Santa Lucía, simplemente no COMPLETA el $$$ (cascajo) para incursionar en la minería del litio. Tema del cual no conoce absolutamente NADA.
Este Gobierno pierde su tiempo grillando y por lo mismo ofrece resultados muy ralos, muy escasos. Palpable, por ejemplo, en el tema económico, pues acaban de difundir ooootra REBAJA a nuestras perspectivas de crecimiento a solo el 2 por ciento, lo cual quiere decir que acabaremos el sexenio con una economía IGUAL o más pequeña que como la que teníamos cuando inició.
¿Y qué decir de la INSEGURIDAD? Completamente inefectivo, casi casi inútil ha resultado este Gobierno en la tarea de pacificar México, guardar el orden e imponer el Imperio de la Ley. Vivimos en la anarquía de los cárteles, en récord de ejecuciones y seguimos con la cantaleta hueca de “abrazos no balazos”.
Si es cierto que este Gobierno pretende aprovechar el litio para el bien de la Nación, tendrá que recurrir a capital de riesgo privado. En cuyo caso volvemos a lo mismo: todo esto ya estaba contemplado y CUBIERTO con las leyes existentes. ¡No había la menor necesidad de aventarse una improvisación legal con el solo fin de colocar regalitos en el ALTAR de las ofrendas al Emperador Meshica!
Por lo que aventarse una nueva ley para este propósito resulta un truco cosmético con el fin de hacer aparecer al Tlatoani como el “Gran Ganador”, el invencible de los caprichos y muy poco más que eso. Mientras se regodean en los dichos, en pintarles con lipstick los labios al marrano, el mundo avanza y nos deja atrás.
En lugar de avanzar, de administrar con tino y eficacia los bienes de la Nación, nos distraemos en obras faraónicas de impacto netamente negativo en nuestra economía y escasas aportaciones a nuestro crecimiento económico y la generación de empleos. ¡Ya no inventen y pónganse a jalar en serio!