Si alguien, opino, tiene propuestas racionales para detener el tráfico de personas y la migración ilegal, es Giorgia Meloni, Primer Ministro de Italia, pero, Europa no la quiere escuchar.

La semana pasada escribí: “Mi Rufo: Más de 11,000 migrantes ilegales llegaron en una semana a Lampedusa, una isla italiana que tiene un refugio para 400 personas nada más, mientras, en México vivimos fenómeno similar…

Dada la crisis económica, humanitaria y social que ello implica, Meloni pidió la participación de la Unión Europea a la que pertenece Italia; lo que derivó en un viaje a la isla Lampedusa de Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, que no aportó soluciones, solo “propuestas” que no resuleven. La petición de Italia era práctica a partir de algunas premisas, cito: 1.- Quienes huyen de la guerra o para sobrevivir, son las ucranianas y sus hijos, los hombres no, ellos se quedan a pelear. Los que migran a Italia son mayoritariamente hombres que buscan una mejoría económica que deberían resolver en su país. 2.- Quienes migran de África por la falta de oportunidades, lo hacen porque el imperialismo europeo, inhumano y explotador les privó de oportunidades. 3.- Los recursos que producen quienes trabajan en Italia, son para beneficio de los italianos no para resolver problemas de extranjeros. 4.- Países como Francia, cierran su frontera para no recibir migrantes ilegales desde Italia, dejándole el problema a Italia al tiempo que critican la supuesta falta de humanismo de los italianos por no querer recibir a los migrantes ilegales. 5.- El volumen creciente de migrantes ilegales, no es natural, es producto de la “promoción” que hacen los traficantes de personas que lucran con las necesidades humanas. Y 6.- La integración de los migrantes ilegales es compleja, costosa y tardada, en tanto, los problemas sociales, económicos, religiosos y culturales son el pan de cada día. Como con sabiduría diría Cantinflas: ¡No hay derecho, joven!

Las propuestas de Giorgia Meloni, no aceptadas por la Unión Europea, son simples: 1.- Bloquear los barcos cargados con migrantes ilegales entes de llegar a Italia, obligándolos a regresar. Con ello se corta de tajo el negocio de los traficantes y la migración ilegal; y queda la puerta abierta para la migración legal y regulada, con países destino acordados previamente, 2.- Resolver los problemas en los países expulsores, para que no tengan que migrar… Ante la negativa de Ursula von der Leyen a las propuestas de Meloni, yo propuse a Giorgia y a sus embajadores, por twitter, una solución parcial y drástica pero totalmente en manos de los italianos; legislar para hundir los barcos que lleguen sus puertos y playas, una vez descargados los migrantes ilegales; con ello se acaban los recursos de los traficantes y se vuelve incosteable el negocio de tráfico de personas.

¿Por qué Ursula von der Leyen se opone al bloqueo de barcos en aguas internacionales (antes de llegar a Italia), no lo sé, como tampoco sé ni entiendo el: ¿porqué el gobierno de México y el Presidente López Obrador optaron por una política inhumana de puertas (fronteras) abiertas?, que permite la entrada irrestricta de migrantes ilegales, para, una vez en México, maltratarlos; salvo que la intención sea generarle problemas a USA para luego negociar prebendas e impunidad (como, opino, en el caso del General Cienfuegos) en beneficio del grupúsculo que gobierna México, Manuel Bartlett incluido.

El problema de migrantes ilegales en Italia y en México tienen un origen parecido; el de Italia deriva del colonialismo europeo en África que empobreció y sigue explotando al continente, el de México deriva del imperialismo gringo en América, en Cuba y en Haití, que abusó para lucrar con riquezas ajenas, como en su momento lo hicieron España y Portugal entre otros; aderezado, obviamente, con “gobiernos impuestos a modo”, ineficaces y/o corruptos de las naciones expulsoras de personas. De ahí que mis propuestas para México tengan dos vertientes: una, la responsabilidad de los países expulsores que deberían pagar por la estancia ilegal de sus ciudadanos y de no hacerlo, que organismos internacionales como la ONU, apoyen un cambio de gobierno por la fuerza, o dos y de manera temporal, tener campos de migrantes ilegales, en dónde trabajen para mantenerse en tanto se les capacita para que puedan integrarse legal y productivamente a México; con una premisa: la prohibición tajante de usar a México como tapete para entrar ilegalmente a USA.

Quienes quieran entrar a USA vía México, deberán tener autorización previa en las embajadas de USA en sus países de origen y obtener, cumpliendo requisitos, un permiso especial para cruzar México con la intención de ingresar a USA… Así de sencillo.

Un saludo, una reflexión.

Escritor y soñador

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