El Instituto Municipal de la Juventud es un activo de nuestro León. El enorme desafío que tenemos enfrente por las adicciones y el bono poblacional de jóvenes, lo hace indispensable. En el año 2020 me acerqué a su Director para buscar hacer sinergia desde el proyecto “Construyendo sueños” ofrecido por Proyecto Niños Don Bosco, para atender a jóvenes en conflicto con la ley y por la necesidad de que León contara con centros de rehabilitación de calidad, certificados y que aumentaran la probabilidad de que quienes tienen adicciones, pudieran salvarse. No tuve respuesta; les ofrecí la capacidad instalada de las obras salesianas en la ciudad para hacer realidad esta idea.

Fue en el año 2021 con la llegada de Ismael Zúñiga a la Dirección del Imju y quien tiene amplísima experiencia en atención a jóvenes con problemas de adicciones, quien resonó con la idea y comenzamos a trabajar juntos en la zona de Chapalita donde opera desde hace 40 años el Albergue Valdocco y aceptó visitar a los grupos juveniles del MJC Movimiento de Juventudes Cristianas que aquí tienen su sede, a atender a los grupos del Parque Chapalita, así como a trabajar el convenio para abrir dos centros de rehabilitación en adicciones para menores de edad, toda vez que los salesianos tienen el apoyo internacional de su Congregación y son especialistas en jóvenes.

En el 2022 con apoyo del gobierno alemán realizamos el estudio regional sobre la realidad de los jóvenes; identificamos un incremento de la orfandad por COVID 19 (de acuerdo a datos de la Unicef); lo anterior, considerando que han perdido a sus familiares, siendo NNA que incrementaron su vulnerabilidad; encontramos más muertes violentas en el Bajío, que de acuerdo a datos del Secretariado Nacional de Seguridad Guanajuato se ubica entre los tres primeros estados con crímenes violentos y orfandad como su consecuencia. Además, con datos oficiales del gobierno mexicano (Instituto Nacional de Migración), se midió un incremento importante de la movilidad migratoria de menores no acompañados. Adicionalmente, los estudios del Consejo Nacional contra las Adicciones, registraban incremento de tasas de consumo de drogas en NNAJ en nuestra región, así como anexos no controlados. Que la población emergente de NNA que en la cercanía y en la mayoría de edad a los 18 años no fueron adoptados y son también, una población vulnerable que requiere la construcción de proyectos de vida.

En resumen, el estudio “jóvenes en vulnerabilidad sistémica en León”, que presentamos en el Implan el año pasado, concluía que la población juvenil que atendíamos “en conflicto con la ley”, era solo una parte de un total que incluye nuevas realidades juveniles y que los menores ingresaban a edades más tempranas en el crimen organizado y en el consumo de drogas, logrando en el estudio identificar a un segmento importante de población de menores de edad, no atendida para su rehabilitación. Frente a esto, el Imju y su área de atención a jóvenes (antes Programa Lobo) se unió a nosotros en este esfuerzo para abrir los dos centros, el de chicas en San Juan de Dios (Patio Don Bosco AC fundado en 1999) y el de chicos en Chapalita (Albergue Educativo Infantil AC fundado en 1983).

En este caminar juntos, encontré cantidad de estrategias que tiene el Imju para hacer a León “más chido”, pues sus eventos masivos y personalizados han ayudado a prevenir el delito, a disminuir la deserción escolar y a construir proyectos de vida para los jóvenes. Supe de su cercanía con la población vulnerable a través de la capacitación y presencia en zonas conflictivas, así como sus programas de apoyo a emprendedores jóvenes, todos, un activo para la ciudad. Conocí a todo el equipo del Imju en estos días en que acudieron a su sesión de integración a la Ciudad del Niño Don Bosco en Santa Rosa Plan de Ayala donde atendemos en los últimos años a nuevas poblaciones, como huérfanos mayores de edad, jóvenes migrantes y trabajadores jornaleros agrícolas, así como a jóvenes que están en etapas iniciales de consumo de drogas y aquellos que han egresado de centros de rehabilitación social. Me contagié de su juventud y entusiasmo, seguro de que juntos construimos un León más chido.

RAA