La respuesta a la pregunta inicial es, en el caso de Guanajuato Capital, poco. Solo han debido seducir a regidores y síndicos para participar en un desvío de recursos públicos para viajar en bola a España, para convertir a los representantes de los ciudadanos ante el gobierno municipal, en lacayos por el resto del trienio. Ya lo veremos en las votaciones.

Y es que no se requiere una inteligencia maestra, solo el filo corruptor de un personaje inefable, para atrapar en la red a un puñado de individuos capaces de aquilatarse en miligramos. La carencia de dignidad está a la vista, al cambalachear el prestigio personal por un boleto de avión, una reservación de hotel y comidas en restaurantes para turistas en Madrid. Alguno, incluso, ha tenido el descaro de viajar a Barcelona para aprovechar el raid.

Los viajes “de trabajo” siempre han causado ruido en la administración pública. Todavía recordamos el tour por Croacia de Diego Sinhué para ir a catar vinos. Pero a la travesía a tierras hispanas de 17 representantes y funcionarios municipales, con el fin de participar en una feria turística, resulta, aparte de insultante, penosa. Pareciera que se acompañan para librarse de sus miedos a lo desconocido y para superar complejos de inferioridad legendarios. Todos en montón acompañando a una alcaldesa de oropel, rodeada por su corte.

Una andanza que podría haberse realizado con dos o tres funcionarios involucrados con el turismo y las relaciones internacionales, acabó multiplicándose para aumentar la sensación de agradecimiento y complicidad con otros miembros del Cabildo. Revelan el interés por aprobar el Programa Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico Territorial (PMDUOET), que le urge cumplir a Alejandro Navarro, para retribuir apoyos económicos a la campaña de su esposa. Así de claro.

La imagen de ediles festivos mientras escoltan a su patrona, devela la satisfacción de haberse hecho acreedores a una insensata invitación que pagaremos todos los guanajuatenses, a fin de que los alegres turistas, miembros del ayuntamiento, queden enlodados en el abuso que significa este viaje multitudinario; y respondan con su voto a los compromisos adquiridos por sus ahora dueños. Ni modo, los están convirtieron en parte del clan.