Llegué a Álvaro Colomer a través de un curioso libro titulado Aprende a escribir, publicado por Penguin Random House a principios de este año. Manual compuesto por breves textos que condensan entrevistas realizadas a lo largo de varios años a destacados escritores en lengua española para indagar sus métodos de trabajo, recoge casi un siglo de sabiduría (desde Ida Vitale, con cien años, hasta Mario Obrero, que apenas pasa de los veinte). Desplegado como si se fuera a construir una novela, contiene apartados relativos a la inspiración, escritura, corrección y publicación. Me sorprendió encontrar una pléyade de autores latinoamericanos, dentro de ellos una buena cantidad de mexicanos. Pero eso quizás sea materia para otra guía…
Álvaro Colomer (Barcelona, 1973), por su parte, es autor de una trilogía sobre la muerte de la ciudad —La calle de los suicidios (Círculo de Lectores, 2000), Mimodrama de una ciudad muerta (Siruela, 2004) y Los bosques de Upsala (Alfaguara, 2009)— y de la novela basada en hechos reales Aunque caminen por el valle de la muerte (Random House, 2017), en la que reconstruye la batalla de Nayaf en Irak en 2004, donde participaron tropas españolas, gringas y salvadoreñas. También ha publicado las obras de no ficción Se alquila una mujer (MR, 2002) y Guardianes de la memoria (MR, 2008; Fórcola, 2020), libro de viajes que le mereció el International Award for Excellence in Journalism.
Ahora llega el silencio (Montena, 2019) hace parte de su incursión en la literatura juvenil, con el que obtuvo el Premio Jaén de narrativa. Novela breve, ambientada en una Barcelona distópica, me recordó al Señor de la moscas de Golding y a La fuga de Logan, película setentera construida sobre la base de la trilogía homónima de William F. Nolan y George Clayton Johnson. El motivo, la misteriosa muerte de todos de los adultos mayores a 22 años durante un episodio que los sobrevivientes llaman El silencio. Programación genética, virus maliciosamente implantado (como se decía hace unos años del Covid-19) no lo sabemos, pues la historia se centra en los huérfanos, particularmente en los más jóvenes que deben sobrevivir a la violencia y terror que los mayores han implantado en las calles.
Astrea, un chica adolescente, personificación la lucha por la vida y la confianza en los valores más altos del ser humano. En medio de su huida de las huestes del Rey Muerte, conforma una comunidad para salvar a un recién nacido que encuentran en un departamento. Con una prosa ágil y maestría en el manejo de los elementos del suspenso, Colomer nos hace reflexionar sobre las virtudes y las trampas que pueden tendernos la violencia, la ignorancia y la anomia. Lectura que puede parecer ligera, pero a su vez un ejercicio literario que habla a los más jóvenes de responsabilidad y futuro. Muy recomendable.
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