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Esperanza 

Declaraciones tanto del Secretario de Comercio norteamericano, Howard Lutnick, como de algunos congresistas de EU, como Ted Cruz, generan la esperanza de que los aranceles contra México que entraron en vigor ayer sean temporales.

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Esperanza 

Declaraciones tanto del Secretario de Comercio norteamericano, Howard Lutnick, como de algunos congresistas de EU, como Ted Cruz, generan la esperanza de que los aranceles contra México que entraron en vigor ayer sean temporales.

Lutnick ayer enfatizó que lo que pretendían no era una "Guerra Comercial", sino una "Guerra contra las drogas". Según ellos, no ha habido reducción en las muertes por fentanilo en EU y tanto México como Canadá "deben hacer más", pues ése era el acuerdo: resultados positivos tangibles, buen trato comercial.

A estas alturas le debe quedar muy claro al Gobierno mexicano que el Talón de Aquiles de México en lo que al fentanilo se refiere son el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación. ¡Por ahí es! Al demonio con el acuerdo que con ellos probablemente tenía el anterior presidente: los esfuerzos del Gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum deben enfocarse en desbaratar a estas dos agrupaciones criminales. Ello sería una prueba definitoria de que "sí hace algo" y conduciría a que se suspendan los aranceles.
El ogro naranja no respeta nada, ni leyes ni tratados, ni nada. Si han puesto atención a lo que sucedió ayer, se percatarán que a este Godzilla en cristalería no le entran razones ni prudencia. Lo acaba de sentir el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau. Respondió a la medida unilateral de Trump decretando aranceles propios compensatorios a los productos norteamericanos y Trump le respondió ¡con más aranceles!

Inútil nos parece discutir si es locura o ignorancia: para el caso da lo mismo. Lo importante es darle por su lado (golpear al CDS y al CJNG) para que deje de dañar económicamente a México y a los mexicanos. No se trata de pegarle al valiente, se trata de pegarle al inteligente y evitar que destruya la planta de empleo mexicana llevando a la quiebra a miles de empresas exportadoras, tanto en la industria como en el sector agrícola.

La Presidenta ha respondido bien, hasta ahora: ha sido prudente, paciente y sensata. Abrigamos esperanzas de que nuestra Presidenta y el tal Mr. Trump puedan dialogar antes de la "manifestación" del domingo en el Zócalo. Nos dan mala espina las multitudes acarreadas de Morena, se entiende que el Gobierno pretende mostrar unidad, fortaleza y patriotismo. El solo hecho, sin embargo, de que se requiere una multitud como si fuese utilería en una obra, nos pone a temblar.

Pudiera existir la tentación en el círculo íntimo de asesores que rodean a nuestra Presidenta de pretender, o intentar, que Trump entre en razones enumerando las falacias de sus medidas. O, peor aún, que le entremos al tú por tú decretando aranceles compensatorios a las importaciones norteamericanas, de las cuales depende nuestra subsistencia. ¿O qué no importamos granos y gasolinas provenientes de ellos y sin las cuales no podríamos funcionar económicamente hablando?

Ni una ni otra medida de las enumeradas arriba funcionan con este Dragón Chiflado color naranja: nuestra Presidenta tiene que ser más cuerda que José Tomás o Andrés Roca Rey al extender la muleta; debe pasarse al burel ceñido a la cintura tomando en cuenta que no es franco ni embiste derecho, sino con tendencia a enganchar por la derecha; ya está muy toreado, ha sentido lo que es empitonar; no solo es cornigacho, sino que muestra pitones astillados, muy peligrosos. Hay que correrle la mano, pararse firme, pero estar dispuesta a ajustar el compás a la hora de la embestida.

No será fácil, pero se puede hacer porque ya se sabe qué es lo que quiere, cuál es la medalla que se pretende colgar ante sus electores, sus reales y verdaderas intenciones. Quiere presumir que, gracias a él, el espectro de las peligrosísimas drogas sintéticas se esfumó en la sociedad norteamericana.

Por supuesto que se requiere esfuerzo, que no estará fácil; sin embargo, debe realizarse la tarea que el momento histórico exige: hay que demostrar que resulta falso lo que se ha dicho allá: que en México gobiernan los cárteles. Igual gobernaban, ¡pero ya no! ¡Usted puede, Señora Presidenta!

 

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