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Nuevo Comienzo 2.0

La gobernadora debería aprovechar este difícil momento por el que transita, entre los escandalosos casos de corrupción que se están descubriendo en obra pública, las concesiones entre amigos y el descubrimiento de negocios financieros de la anterior gestión, para plantear un reinicio diferente.

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Nuevo Comienzo 2.0

Libia García, la gobernadora de Guanajuato, se equivoca. Persiste en enfrentar a un enemigo inventado, mientras que los adversarios reales avanzan a paso firme. Despojada de toda lógica, continúa una desgastante batalla contra los grupos empresariales de León y Celaya, por la liquidación del Fidesseg. Insiste en extraer este fideicomiso de la injerencia de las organizaciones para ubicarlo bajo la directriz exclusiva de la burocracia de la Secretaría del Nuevo Comienzo.

Los tiempos oscuros nos amenazan, como lo hacían en 1930, cuando la activista y filósofa francesa Simon Weil describía a su sociedad enferma a causa de una devastadora erosión de los valores e ideales que alguna vez fueron cultural y políticamente fundamentales. 

Esta degradación abrió las puertas a los totalitarismos de la época. Los europeos se encontraban inmersos en una guerra de mentalidades, basada en la propaganda de los demagogos. Las masas indigentes se convirtieron en carne de cañón. Los alocados e histriónicos políticos alemanes e italianos prometieron casi el paraíso. Todo terminó en un espantoso holocausto.

Como profeta en tiempos aciagos, Weil proponía acciones basadas en el valor simbólico de ideas que contravinieran la narrativa fascistoide. Era un tema de contrapropaganda para destruir el discurso de la milagrería demagógica. Esta es una idea válida que hoy puede ser utilizada con los mismos fines, para refutar al populismo que nos propagan por todas partes. La participación ciudadana y la inclusión en el gobierno de actores sociales plurales, como las asociaciones empresariales sin fines lucrativos, pueden convertirse en símbolo de lucha por una democracia interactiva, influyente y abierta a todos. Una estrategia así, contrasta claramente con los gobiernos de Morena. Lo que nos deja estupefactos, es la necedad de un panismo desorientado, que pretende construir un régimen unipersonal y burocrático que controle todo.

Tengo dos teorías al respecto: La primera es la insistencia enfermiza de supervisar todo desde el Gobierno, oponiéndose a la participación de la sociedad. Pienso que el motivo es el reparto de dádivas para tratar de contrarrestar la influencia de los programas sociales del gobierno federal. Para ello requieren transformar a la administración estatal en una maquinaria de reparto multinivel, contraria a los ideales que siempre pregonaron desde el partido Acción Nacional.

Sobre estos fenómenos Ayn And, filósofa de ascendencia rusa, emigrada a Estados Unidos en 1926, reflexionaba en las mismas épocas oscuras de la preguerra, sobre los dilemas entre el pensar y el obedecer, entre la valentía y la sumisión, entre crear y copiar, entre la integridad y la corrupción, entre el progreso y la decadencia y, finalmente, entre la libertad y la opresión.

Frente a estas disyuntivas Libia debe decidir en dónde colocar sus pocas fichas, cómo jugarlas y a quién tomar como aliados. Debe ser consciente que la dádiva entregada como tarjetas rosas es instrumento para despojar de su libertad a miles de mujeres, para convertirlas en ovejas, en seres decadentes, uncidas a la voluntad de funcionarios gubernamentales que las obligarán a votar sin pensar, obviando juicios críticos sobre el desempeño de un gobierno y convirtiéndolas en una masa sumisa y oprimida. Si persiste, éticamente estará traicionando sus convicciones panistas configuradas como respuestas a las dictaduras que provocaron la Segunda Guerra Mundial.

La segunda presunción resulta menos sofisticada. Se trata de la creación de un fondo electoral para usarlo en los próximos comicios, conectado a las tempranas ansias por la candidatura gubernamental del grupo que encabeza Rosario Corona. Ya se vio, y su ambición traspasa cualquier frontera. Quiere poseer la decisión de gasto sobre 1,500 millones de pesos para solventar sus apetitos. Así de grosero y simple.

La gobernadora debería aprovechar este difícil momento por el que transita, entre los escandalosos casos de corrupción que se están descubriendo en obra pública, las concesiones entre amigos y el descubrimiento de negocios financieros de la anterior gestión, para plantear un reinicio diferente, que apueste por un gobierno íntegro, acompañado por la sociedad civil comprometida en una nueva alianza. Le urge un Nuevo Comienzo 2.0, lejano a los sueños de ambición de algunos allegados y sin el lastre de viejos funcionarios poco confiables. Solo así no naufragará en la tormenta que se aproxima. 


 

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