Diálogo entre civilizaciones
La humanidad se encuentra en una situación de inestabilidad y cambio cada vez mayor, en una encrucijada histórica en la que el mundo se enfrenta a múltiples crisis interconectadas, como las crecientes brechas en la paz, el desarrollo, la confianza y la gobernanza.
La humanidad se encuentra en una situación de inestabilidad y cambio cada vez mayor, en una encrucijada histórica en la que el mundo se enfrenta a múltiples crisis interconectadas, como las crecientes brechas en la paz, el desarrollo, la confianza y la gobernanza. La necesidad urgente de solidaridad, diálogo y cooperación nunca ha sido tan patente. El diálogo entre civilizaciones sigue siendo la forma más eficaz de eliminar la discriminación y los prejuicios, fomentar la comprensión y la confianza mutuas, fortalecer las relaciones entre las naciones y reforzar la solidaridad mundial.
Además de fomentar la conciencia y el aprecio de los valores universales compartidos por la humanidad, el diálogo entre civilizaciones promueve la coexistencia pacífica basada en el respeto mutuo. Sirve de puente para encontrar un terreno común a la hora de abordar los apremiantes retos de nuestro tiempo, contribuyendo en última instancia a la paz mundial, el bienestar humano, el desarrollo y el progreso.
El Día Internacional para el Diálogo entre Civilizaciones brinda una oportunidad para concienciar sobre el valor de la diversidad de civilizaciones y para promover el diálogo, el respeto mutuo y la solidaridad mundial, fomentando un mundo más armonioso e interconectado. El 10 de junio Día Internacional para el Diálogo entre Civilizaciones. la resolución subraya que todos los logros de las civilizaciones constituyen "el patrimonio colectivo de la humanidad". Subraya la importancia de respetar la diversidad de civilizaciones y destaca "el valioso papel" del diálogo en el mantenimiento de la paz mundial, el avance del desarrollo compartido, la mejora del bienestar del ser humano y la consecución del progreso colectivo.
La resolución reconoce el papel esencial del diálogo para fomentar la concienciación y la comprensión de los valores universales, tal y como se recogen en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reafirmando que los logros de las civilizaciones forman parte del patrimonio común de la humanidad.
Como menciona el Alto Representante para la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, Miguel Ángel Moratinos: Los conflictos internacionales no son solo consecuencia de la religión, la cultura o las civilizaciones. Hay que decirlo sin rodeos: no hay choque de civilizaciones. Hay choque de intereses y choque de ignorancias."
La principal motivación para la creación de las Naciones Unidas, cuyos fundadores habían sufrido la devastación de dos guerras mundiales, fue preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra. Desde su creación, con frecuencia se ha pedido ayuda a la ONU para que evite que las disputas concluyan en guerra, ayude a restaurar la paz cuando ya han estallado los conflictos armados o promueva la paz duradera en sociedades que salen de una guerra.
Sin embargo, hay conflictos no resueltos y con mucha violencia que no han sido resueltos como: Conflicto palestino-israelí. La ONU ha emitido numerosas resoluciones, pero no ha logrado imponer una solución definitiva. Las tensiones siguen, especialmente con la situación en Gaza y Cisjordania.
Guerra civil en Siria. Aunque el gobierno ha recuperado gran parte del territorio, la guerra continúa en algunas regiones. La ONU ha intentado facilitar negociaciones, pero sin una solución política real.
Conflicto en Yemen. Crisis humanitaria gravísima, con millones de desplazados y hambruna. La ONU ha mediado conversaciones de paz, pero los combates continúan.
Conflicto en el este del Congo. Presencia de una misión de paz de la ONU), pero la violencia persiste.
Guerra en Ucrania. La ONU ha condenado la invasión y coordinado ayuda humanitaria, pero no ha podido detener el conflicto ni imponer sanciones efectivas desde el Consejo de Seguridad.
Conflicto en Sudán. La ONU ha condenado la violencia y enviado ayuda, pero la guerra continúa.
Las características del diálogo que contribuyen a la paz son fundamentales para resolver conflictos, promover la convivencia y fortalecer la cohesión social. Escucha activa, Respeto, Empatía, Honestidad, Apertura al cambio, Búsqueda de soluciones, No violencia y Paciencia
El diálogo para la paz no es una simple conversación, sino una herramienta poderosa que permite superar conflictos, sanar heridas y construir relaciones basadas en la justicia y el respeto. Practicar estas características en la vida cotidiana —en la familia, en la escuela, en el trabajo o en la comunidad— es un paso concreto hacia una sociedad más pacífica.
¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!
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