En misa de cuerpo presente de los 8 jóvenes asesinados, Obispo grita cada uno de sus nombres
El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz ofició la misa de cuerpo presente para los jóvenes que fueron asesinados en la comunidad San José de Mendoza, en Salamanca.
Salamanca, Guanajuato.- Uno a uno y acompañados por familiares y amigos fueron llegaron al salón Chalico los féretros de Bruno, Fernando, Alexis, Juan, Daniel, Martín, Edwin Miguel y Juan Martín, en ese recinto el Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz ofició la misa de cuerpo presente para los jóvenes que fueron asesinados la noche del domingo 16 de marzo.
Más de mil personas se dieron cita en el salón Chalico, en la comunidad de San José de Mendoza, para participar de la misa de cuerpo presente en memoria de los ocho jóvenes que murieron tras el ataque armado del domingo anterior.

“En el corazón de cada uno de nosotros nuestros jóvenes viven, ellos viven en nuestra fe. Y nuestra seguridad está en un cristo que vive, el que odia a su hermano es un homicida, nosotros no queremos odio en el corazón, queremos justicia, decimos nunca más (...)”, fue parte del mensaje dirigido a los presentes por parte del Obispo de Irapuato.
Mencionó que hoy es un gran dolor, pero también un gran compromiso seguir buscando, luchando y construyendo la paz. “No podemos resignarnos nunca a la injusticia, no podemos acostumbrarnos a la violencia, que no es solución a los problemas”.
Refirió que un crimen tan horrendo no puede quedar en el anonimato, y que tiene que ser semilla de paz y fecundar en la sociedad, la iglesia y el país. “Hoy nuestros jóvenes están ya participando de la vida del señor”.
Finalizó pidiendo por todos aquellos que se dedican hacer el mal, “hay tantos jóvenes y niños que han caído en estas redes, les hacemos un llamado a hacer la conversión y a cambiar de vida”.
Con el estruendo de cohetes, vistiendo camisas blancas y sosteniendo globos blancos y azules los dolientes caminaron junto a las carrozas que trasladaban a los ocho jóvenes que hoy lloran y despiden en la comunidad de San José de Mendoza.
Frente a los féretros el Obispo gritó el nombre de cada una de las víctimas, pidió por el consuelo de las familias y exigió justicia por las vidas que manos criminales han truncado.
Los féretros de color blanco fueron colocados frente al altar que se instaló en el salón donde se congregaron centenares de personas, durante la misa el pastor de la iglesia católica gritó el nombre de los jóvenes asesinados, amigos y familiares respondieron “VIVEN”.
Tras bendecir los féretros, uno a uno fueron abordados a las carrozas fúnebres que salieron del salón y encaminaron al panteón de San José de Mendoza, donde finalmente sus seres queridos y más cercanos les dieron el último adiós.
Eran el ambiente de la comunidad
Tras dar el último adiós a Bruno Jesús, Miguel Ángel, Daniel, Juan Flavio, Fernando, Edwin Yael, Alexis y Juan Martín, los 8 jóvenes que fueron asesinados la noche del pasado domingo, la comunidad de San José de Mendoza quedó sumida en el dolor y la incertidumbre. "Eran nuestros familiares, eran nuestros amigos, eran el ambiente de la comunidad", dijeron jóvenes que con pancartas exigieron justicia.
Tres días después de la tragedia, aún hay veladoras en el lugar donde se perpetró el ataque, se colocó una lona con la fotografía de las víctimas y se observa el ir y venir de personas que todavía no logran asimilar la muerte de 8 jóvenes que tenían sueños y alegría por vivir.
El multihomicidio que cortó la vida Bruno Jesús, Miguel Ángel, Daniel, Juan Flavio, Fernando, Edwin Yael, Alexis y Juan Martín, marcó el episodio más trágico en la historia de San José de Mendoza y dejó un sentimiento de coraje, miedo y desconcierto entre sus jóvenes.
“Que el dolor que hoy sentimos a los culpables no los deje descansar” se leía en una de las pancartas que portaban los amigos de los jóvenes asesinados.
"Queremos seguridad y justicia ante todo, yo los conocía a todos y eran buenos, ya nada va a ser igual, ellos eran el ambiente de la comunidad", comentó Emily, joven habitante de San José de Mendoza.
"Todos ellos eran nuestros amigos, nuestros familiares, toda la comunidad está afectada, lo que pedimos es que se haga justicia, que las autoridades busquen a los responsables", dijo un amigo de los jóvenes asesinados.
“Era un muchacho muy alegre, muy trabajador con sus papás, amistoso con todo mundo, se le va a recordar siempre a él y a todos ellos. Ahorita lo que pedimos es justicia, seguridad, porque regresarlos a ellos, ya no se puede”, comentó Tere, familiar de Bruno Jesús.
JRL/AM