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Acusa joven maltrato y negligencia por parte de veterinaria en Pachuca

Gabriel narró que llevó a su gato Milaneso al procedimiento de esterilización a un establecimiento en la colonia Aquiles Serdán, pero aseguró que recibió mala atención que afectó al animal.

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Acusa joven maltrato y negligencia por parte de veterinaria en Pachuca

Lo que pareció ser un procedimiento de rutina para esterilización felina terminó en un mal momento para el propietario del animal y acusó mala atención y negligencia médica por parte de la veterinaria encargada de la clínica Mastercat de Pachuca.

En días pasados Gabriel llevó a su gato Milaneso a realizarle un procedimiento de rutina, la esterilización; sin embargo, su veterinario de confianza, con quien acudió previamente para el mismo servicio con sus otras mascotas, no estaba disponible, por lo que decidió llevarlo a una clínica cercana sin saber el daño que le causarían a su minino.

De acuerdo con el testimonio del joven pachuqueño, al llevarlo a la clínica ubicada en la colonia Aquiles Serdán, se le hizo extraño que no pesaran a su gato, ya que de esa manera se puede saber cuánta dosis de anestesia requiere el animal para el procedimiento quirúrgico.

“Al cuestionar eso me dijeron que ya tenían dosis definidas y solo pesaban a los animales de gran tamaño”, señaló en la denuncia ciudadana.

Mencionó también que el procedimiento comenzó luego que personal de la clínica tardó bastante tiempo en encontrar los elementos que integran la anestesia, lo que también le pareció un hecho poco común.

Después de un rato, continuó, el minino salió del quirófano en una transportadora y fue entregado a su propietario, por lo que emprendieron el camino de regreso a casa aún con la mascota anestesiada, situación normal en ese tipo de procedimientos.

DUPLICARON DOSIS DE ANESTESIA A MILANESO

Tras pasar algunas horas, Gabriel notó que su mascota no reaccionaba del todo, además de que cualquier alimento o bebida que ingería era rechazado o expulsado por su organismo instantáneamente, por lo que consideró que tenía problemas derivados de la operación.

“Le costaba muchísimo levantarse, además comenzó a tener problemas para respirar, intentamos darle varias veces agua y comida, pero la rechazó y vomitaba”, comentó Gabriel.

Al contactar a la veterinaria responsable de la clínica referida, acusó, se encontró con trato déspota, indiferente y hasta grosero; incluso, aseveró que la especialista le dijo que esa campaña solo la hacía para “ayudar a animales que tienen dueños jodidos”.

Luego de algunos minutos en los cuales Gabriel cuestionó a la veterinaria sobre el proceso realizado por el personal de su centro médico a Milaneso y encontrar solo respuestas agresivas, y tras 12 horas en las que su gato no mostraba mejoría, decidió contactar de urgencia al especialista de su confianza.

Mencionó que la respuesta que obtuvo después de la revisión a su mascota confirmó sus sospechas, la dosis de anestesia aplicada al gato fue más de la que requirió; sin embargo, no fue letal, pero le generó un malestar general.

Por su caso, Gabriel invita a todos los dueños de mascotas para verificar con quién llevan a atender a sus animales, al señalar que no importa que tengan cédula y título profesional si carecen de buen trato hacia los pacientes.

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