León.- Un exitoso performance sobre la exposición de Flor Bosco, “Objetos de Indagación”, se llevó a cabo en la Galería Jesús Gallardo, del Teatro Manuel Doblado.
La intervención se realizó por Marisol Aliseda Torres, Karina Ramírez e Isaura Rizo, quienes sorprendieron y cautivaron a los asistentes con una propuesta que fusionó movimiento, objeto y concepto.
Desde el primer momento, el público se encontró con dos cuerpos situados en extremos opuestos del espacio, que poco a poco se apropiaron del escenario e iniciaron un recorrido físico alrededor de la obra “Objetos de Indagación”. A través de desplazamientos precisos, las intérpretes ‘dieron vida’ a los objetos, estableciendo un diálogo directo entre cuerpo y pieza artística.

Diálogo entre el cuerpo y el objeto
Marisol Aliseda Torres se detenía a observar y descubrir detalles en las formas ovaladas de la obra, en un juego de confrontación entre artista y objeto. Paralelamente, Karina Ramírez desarrollaba una secuencia de movimientos propios de la danza contemporánea. Generando un ir y venir de acciones que orbitaban el imaginario de Flor Bosco.
Además uno de los momentos más significativos ocurrió cuando ambas intérpretes se situaron al centro del espacio. Evocando una relación simbólica entre el ser humano y el mundo. El mensaje se articuló a partir de la sentencia de Bosco: “Luciérnagas como fogones”. Concepto que atravesó toda la intervención y permitió a cada espectador construir su propia interpretación sobre la conjunción entre arte, cuerpo y entorno.
Tras un breve mutis, el público pasó a otra sala, donde una hilera de espinas se convirtió en el eje de la acción. En este espacio, Marisol Aliseda Torres, Karina Ramírez e Isaura Rizo desarrollaron gran parte de sus rutinas, incluso creando una coreografía alrededor de este elemento, en una especie de tributo a la naturaleza y a la obra de Flor Bosco.
La creación de una nueva lectura artística

El tercer momento del performance sobre la exposición de Flor Bosco tuvo lugar en la zona central, donde las tres artistas exploraron los objetos dispuestos en el espacio. Con movimientos milimétricos y un control preciso del tiempo y el lugar, lograron una fusión armónica.
Posteriormente al término de la presentación, las artistas se mostraron satisfechas tanto por la invitación como por la respuesta del público.
En entrevista con AM, Karina Ramírez afirmó que el performance sobre la exposición de Flor Bosco se trata de un “arte en acción” que se apropia del espacio expositivo y permite al espectador una nueva lectura de la obra.
Por su parte, Marisol Aliseda Torres señaló que la intervención se realizó por invitación del Instituto Cultural de León y gracias a la cercanía con la artista. Lo que permitió una exploración in situ, apoyada en una partitura de movimiento.
Las tres coincidieron en que no existe una única lectura del performance, ya que cada espectador, desde su propio bagaje, construye su interpretación.

DMG