León, Guanajuato.- Después de más de diez años sin presentarse en la ciudad, Benny Ibarra volvió a León para reencontrarse con un público que no lo había olvidado.
El Poliforum recibió a más de 2 mil 500 personas listas para vivir la primera escala en la ciudad de su gira “Una vez más”, un viaje musical que apostó por la emoción, la honestidad y la cercanía.
Horas antes, el cantante realizó prueba de sonido y disfrutó de una cena en Frascati, como un anticipo tranquilo de la intensidad que horas más tarde estallaría en el escenario.
Un inicio espiritual y poderoso
A las 9:10 de la noche, el escenario se llenó de un halo de luz blanca que iluminó la figura del artista: traje completamente blanco, cuatro músicos detrás y un público expectante.
Así comenzó a fluir la primera nota de “Nacer una vez más”, la canción que da nombre a la gira y con la que decidió abrir la noche.
Sin pausas, envolvió al público con “Sin ti”, para luego calentar los ánimos con “Cúbreme de ti”, “Siente el fuego” y “Todo es amor”, una cadena de emociones que hizo levantarse a los asistentes desde los primeros minutos.
Entonces, Benny tomó el micrófono y saludó con una mezcla de cariño y sorpresa.
“¡Buenas noches León!, soy Benny, ay wey gracias. Estoy aquí en tierra sagrada, León hermoso. Cómplice de sus amores, desamores y me lo tomo en serio. Lo que acabamos de escuchar es ‘Una vez más’, ya sé, no es común que un artista empiece con canciones nuevas, pero ya lo hice. Empieza el show de esta manera y así comienza…”, dijo antes de dar paso a “Cada mañana”.
Ahí, tomó su guitarra y entró en un mood más íntimo.
Energía, baile y canciones al aire
Con “Uno”, el Poliforum explotó: gente de pie, gritos, pancartas y un ambiente que se transformó en complicidad absoluta.
“Qué onda León! Se ven muy guapos desde aquí. Pero esta rola la vamos a bailar. ¿Ya estamos arriba? A ver qué tal”, lanzó Benny mientras la ovación lo envolvía.
Después vinieron “Estoy”, “Cada paso” y “Siento”, un bloque dedicado a sus sonidos más pop y movidos.
El cantante entonces anunció que venía algo de su álbum anterior, el disco “Perder para encontrarte”, del que interpretó “Fuego”, acompañado de un sonido de guitarras más crudo y un escenario retro de tintes setenteros, en perfecta armonía con su outfit blanco que reflejaba la luz como si formara parte del mismo montaje.
Un momento de introspección
Tras la energía, llegó la calma. Las luces se apagaron por completo, dejando solo una luz ambarina que lo iluminó a él y a su guitarra.
Con voz suave y precisa interpretó “Om”, una pieza que invita a la introspección y a reconectar con los sentidos y la propia existencia. El público guardó un silencio casi reverencial.
Ahí, Benny habló sobre lo humano, lo frágil y lo contradictorio: la traición, el amor, el perdón… sentimientos que presentó antes de sumergirse en “Tonto corazón”, para muchos uno de los momentos más emotivos de la noche.
Un regreso que valió la espera
Entre aplausos, gritos, celulares encendidos y miradas llenas de nostalgia, Benny Ibarra se convirtió en el anfitrión perfecto de un reencuentro largamente esperado. Su voz intacta, su energía luminosa y un repertorio equilibrado entre lo nuevo y lo entrañable hicieron de esta noche un regreso inolvidable.
Más de 2 mil 500 personas fueron testigos de que Benny no solo volvió a León, sino que renació “una vez más”, con un show honesto, emotivo y profundamente suyo.
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