En dos días, Ricardo Gareca, técnico de la Selección de Perú, dará a conocer su postura: se queda o se va.
Para su decisión, mucho tendrá que ver qué camino lleven todos los problemas internos que existen en la federación de aquel país, bombardeada por acusaciones a su presidente Edwin Oviedo, de estar involucrado con el crimen organizado, lo que ha provocado muchas renuncias en la organización.
Mañana, Juan Carlos Oblitas, encargado de las selecciones peruanas y responsable de haber contratado a Gareca, denirá su postura, si se queda, el “Tigre” seguirá, y si no…
La renovación del argentino está sobre la mesa, pero la decisión se encuentra en el aire. Se queda y Perú será feliz… Se va y en México, en la FMF… ¿se comenzará a hablar con él?
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