El revestimiento total en el río Tula no es la opción idónea para mitigar el problema de contaminación y riesgo de inundaciones, ya que de esa forma se impide la poca limpieza que se hace al paso del agua porque la tierra no absorbe nada de los contaminantes; debe ser un plan integral de trabajo ambiental en toda la zona del afluente, indicó el presidente de Biofutura Jonatan Job Morales García. 

Ante el reciente inicio de los trabajos de revestimiento en el río Tula a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el activista ambiental señaló que además de la falta de limpieza del agua, ese tipo de trabajos ocasionará malos olores, tal vez sí una descarga más rápida de las aguas residuales, pero no un tratamiento de ellas.  

"Hemos ofrecido algunos planes para poder mitigar esa situación, se necesita reforestación y hacer muchas cosas en esa zona, pero desafortunadamente los intereses económicos son primordiales para mucha gente que está ahí", refirió en entrevista.

Morales García comentó que las ideas originadas en la zona en materia hidráulica deberán revisarse de manera puntual, para que principalmente la ciudadanía no sufra las cuestiones de tener que vivir la contaminación de los ríos y respirar los malos olores.

Explicó que no es solamente un plan de revestimiento, sino que debe ser un plan integral de trabajo ambiental en toda la zona del río, porque uno de los principales problemas es que ha habido demasiada deforestación, cuando los árboles son los que se encargan de regular la situación del agua y al no haberlos se complica la afectación ambiental.

"Probablemente en algunas zonas sí se tenga que revestir, pero en otras lo más interesante es que podamos hacer acciones diferentes, como tener plantas tratadoras, poner algunos organismos remediadores o trabajar, sí, en una ampliación, pero no basarnos completamente en ese tipo de acciones, porque de otra manera no vamos a poder cambiar la situación real que tenemos ahora", expresó.

El presidente de la organización Biofutura recordó que el río Tula es un foco de contaminación muy grande, sumado a la afectación ambiental de las industrias, lo que incide en la salud de la población, ya que la región es una de las que tienen mayores índices de cáncer. 

"Lo que sugerimos es que sea un proyecto y estrategia integral que incluya todos los avances que tenemos en la tecnología de la remediación, también con las acciones de conservación que serán vitales si es que queremos tener incluso un paisaje diferente en la zona", finalizó. 

PARA SABER

De acuerdo con la licitación de Conagua, la primera semana de abril iniciaría la primera fase del revestimiento del río Tula consistente en el subtramo 1 que contempla una longitud de mil 940 metros y modificación de los puentes vehiculares Zaragoza, Melchor Ocampo y Metlac, a cargo de la empresa Irol Corporativo contratada por Conagua por un monto de 174 millones 257 mil 416 pesos. 

Sin embargo, hasta el martes 12 de abril llegó maquinaria al municipio, de acuerdo con reportes periodísticos.

En tanto, esta semana iniciarían los trabajos del subtramo dos, que contempla la rectificación y revestimiento del río Tula en una longitud de mil 840 metros, aguas abajo del puente Zaragoza, los cuales realizará la empresa Conaisa a quien le adjudicaron la ejecución por 210 millones 921 mil 244 pesos. Las obras deberán concluir en diciembre.

A finales de marzo, la organización Greenpeace México alertó que las obras para revestir el río Tula son insuficientes para evitar otra inundación como la ocurrida el 6 y 7 de septiembre de 2021 que dejó miles de familias damnificadas y 16 personas muertas.