Arzobispo de León advierte a políticos en el Domingo de Ramos: ‘ejerzan el poder sin manipular’
Ante una catedral llena de feligreses que escuchaban atentos el mensaje del Arzobispo, recordó que como seres humanos estamos expuestos a la tentación y ser desconfiados, pero no hay que llegar a ser un judas traicionero.
León, Guanajuato.- El Arzobispo, Jaime Calderón Calderón, dijo que en los tiempos actuales de violencia e inseguridad que se vive en la sociedad, no debemos ser injustos y traicionar al pueblo; ejercer el poder sin manipulación, autoritarismo y divisionismo.
En su mensaje en la Misa del Domingo de Ramos en la Catedral Metropolitana de León, y teniendo como fundamento la Liturgia de la Pasión y Resurrección del Señor, reconoció que a veces, en nuestra condición humana, queremos interpretar los textos desde un egoísmo, desde la óptica humana, no de Dios.
Por ello apuntó que los cristianos y los que decimos ser discípulos de Cristo deben ser modelo de reconciliación, no de división.
La división la genera el mal, el maligno; si en mi corazón existe la división, odios, rencores, ambiciones, envidias, tienes un corazón dividido y eso no es de Dios; no podemos ser discípulos de Dios con un corazón partido”.
Subrayó que debe buscar ser un conciliador ante la sociedad, buscar la paz .
“No digo que no es difícil la vida, a cada momento, a cada instante podemos estar tentados siempre no solamente ser movidos por el amor y la gracia de Dios, sino por nuestras heridas y miserias humanas, pero el discípulo misionero de Jesucristo está llamado a ser un signo de reconciliación, no de división nunca ”.
El Pastor de la Diócesis de León añadió que debe haber unidad y amor en el alma de las personas, pues “la unidad nace del amor de Dios hacia nosotros, que el amor regenera, el amor será expresión también en nuestras familias, en nuestra sociedad”.
Cada quien va experimentando en el paso de la vida la cruz en este mundo, y a veces nos vemos tentados a desconfiar del Señor, sobre todo cuando piden a los sacerdotes rezar por las personas, todos tenemos la obligación de rezar, pues Dios es tan padre mío como tuyo”, añadió en su mensaje.
Ante una catedral llena de feligreses que escuchaban atentos el mensaje del Arzobispo, recordó que como seres humanos estamos expuestos a la tentación y ser desconfiados, pero no hay que llegar a ser un judas traicionero.
“En la comunidad de los discípulos misioneros del Señor no debe haber Judas. En una comunidad, en una familia, en la Iglesia, no debemos caer en la tentación de la traición: La traición toca la confianza en las personas. La traición daña hondamente, no basta pedir perdón, es un daño que se genera a lo más profundo del alma de la persona. No hay que traicionar al Señor”.
Añadió el Prelado que “tenemos que ir creciendo en el amor a Dios. En la comunidad cristiana debemos estar pendientes de no ser judas ante el Señor y su Iglesia, de no traicionar, porque toca la fraternidad. El proyecto de Dios es amarnos como hermanos”.
Luego se refirió a ejercer la autoridad con responsabilidad, y no autoritariamente.
Una segunda consecuencia de la lectura de la Pasión del Señor hacia lo interior de una comunidad es entender el uso de la autoridad. Todos debemos entender la autoridad que ejercemos en la Iglesia, como un servicio y no como un poder”.
El poder corrompe muchas veces, y manipula a las personas .
“El poder, cuando se entiende como una autoridad, como poder, se corrompen, se corrompen las relaciones, se manipulan a las personas, y los discípulos del Señor no deben de obrar así y todos, de alguna forma, ejercemos la autoridad”.
Recordó que “quienes nos gobiernan ejercen una autoridad sobre nosotros, pero si es una autoridad en el sentido evangélico entonces serán servidores, si es según el mundo, es un dominio, un poder”.
Debemos estar atentos para ejercer el poder sin manipulaciones, ni totalitarismos, sino siempre sirviendo a lo más profundo del Señor”.
Al final de la homilía recordó a los fieles católicos que la última palabra del Señor para nosotros no es la muerte, sino la vida.
Se recordó a los leoneses que el próximo miércoles Santo, a las 10 de la mañana en la Catedral, se llevará a cabo la Misa y unción por los enfermos y el jueves a las 10 horas la Misa Crismal.
Cientos de fieles participan en procesión de Domingo de Ramos
Cientos de fieles católicos participan en la procesión del Domingo de Ramos en León, para recordar la entrada de Jesucristo a Jerusalén, antes de ser crucificado.
Desde temprana hora se hicieron presentes en la primer Iglesia de León, la Parroquia del Sagrario, o de San Sebastián Santo Patrono de los leoneses, para que el Arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón, les bendijera las palmas
Hemos iniciado esta Semana Santa con este recorrido con quien se siente involucrado, implicado en el camino del Señor, no como quien se encuentra expectativas, lejano, distante, sino como quien se encuentra vivo en aquella experiencia”, manifestó el Pastor de la Diócesis de León.
Monseñor Jaime compartió con la grey católica algunas ideas para vivir la Pascua del Señor.
“La pasión y muerte de este señor no es con la mirada de Judas, no es con la mirada de Pedro, ni con la mirada de aquella turba, sino con la mirada de aquel centurión, aquel pagano que alcanzó a reconocer, y advertir la injusticia que se fue provocando frente a la muerte de un justo”, dijo en su mensaje.
El Prelado añadió que el camino de todo cristiano es reconocer a Jesucristo como el justo, el Santo de Dios, quien ha dado la vida por nosotros.
Ante la violencia e inseguridad que se vive en el país, manifestó que debemos buscar la reconciliación.
Jesucristo es modelo de reconciliación, porque de lo contrario, todos la mirada contra aquellos que le quieren quitar la vida sería de acusador, como diciendo no eres tú quien me quitas la vida, soy yo quien te da la vida”.
Dentro de la Parroquia del Sagrario, el Arzobispo llevó a cabo la ceremonia de la tradicional bendición de las palmas: luego se inició un recorrido de la Parroquia hasta la Catedral de León, donde una multitud se presentó con sus ramos de palmas que fueron bendecidas al final de la Misa.
Monseñor recordó a los fieles que el padre nunca abandona a sus hijos.
“Jesús es también modelo de confianza en el padre. El padre nunca abandonó a su hijo en su suerte, aún en el momento más difícil que era estar en la cruz, y su expresión siempre fue de estar cumpliendo la voluntad de Dios: su vida y su muerte los pone en manos de Dios”, acotó en su mensaje sobre la liturgia de la muerte y resurrección del Señor.
AAK
AManece León
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