Contra los Rayados fue una derrota emotiva, pero derrota al final de cuentas.
La Fiera volvió a dejar en el camino puntos que dolieron por haber sido en el aniversario, de nueva cuenta en casa y con un técnico que sigue viendo los juegos en la dimensión desconocida.
La afición terminó el partido coreando el nombre de La Fiera. De alguna forma comprensible porque los Esmeraldas estuvieron a punto de rescatar un punto ante el superlíder si no es que Álvaro Ramos falla ese disparo en la última jugada.
Pero tampoco hay que hacernos bolas y dejarnos llevar por la emotividad para dejar de ver que a este León de Torrente le faltan enormidades para verdaderamente llamarlo equipo.
Fue otra vez un primer tiempo tirado a la basura donde el Monterrey impuso el baile y un segundo en el que La Fiera mostró que algunos de sus futbolistas juegan por dignidad deportiva. Sólo algunos y en diferente momento.
Como reacción a un 2-0 en contra, hubo quienes en el León decidieron meter la pierna y correr la milla, pero volvemos al meollo, existe una garra individual mas no un futbol colectivo.
En La Fiera no hay propuesta futbolística, ni defensiva ni ofensiva, que pudiéramos percibir desde cualquier zona del estadio o por televisión.
A los rivales que han venido en esta Liga, se les ha visto un sistema de juego, que bueno o no, al menos dejaron claras las intenciones de poner en práctica lo que entrenan.
Con los Verdes, únicamente intermitencias con jugadores clave que aún no se conectan entre sí y nulas reacciones desde la banca para contrarrestar la propuesta rival.
Urge un juego colectivo y definir a qué se va a jugar. De no solucionarse, seguiremos viendo a Navarro disputando el balón contra tres, a Elías aislado por la banda, a Pereyra corriendo como loco, a ‘Chapito’ taponando rivales, a Boselli sin lograr cerrar la pinza, a Mosquera marcando a dos delanteros, a refuerzos en la tribuna y a Burbano pensando que se pudo ir a Argentina.
Torrente vuelve a decir que su equipo fue mejor. Desafortunadamente para la visión ‘torrenteana’ el futbol es tan objetivo como el que anote más goles será siempre el que gane.
Además, el León ha olvidado la fiereza en casa. La estadística dicta que con Torrente se han ganado seis en El Glorioso, el maldito pero sentencia que se han perdidos ocho y empatado cinco.
Este León ha mostrado en las últimas jornadas mucho más esfuerzo y esto le permitirá pelear en los partidos y hacerlos emocionantes. Sin embargo, el futbol del equipo de Torrente no le da en este momento para competir en el torneo.
Sí, muy diferente entre ser sparring y contendiente.
Viene una semana crucial para el futuro de Torrente visitando a media semana a Puebla y luego como local contra Santos.
Ambos son equipos en similares circunstancias que, junto con León, no han logrado más de cinco puntos en la Liga y están dentro de los últimos seis de la general.
Para algunos, sumar cuatro de estos seis puntos será bueno. Yo soy de la idea que para estos duelos no hay excusa, Torrente debe ganar, convencer o de lo contrario, irse.
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