Jesús Martínez se echó un albur al decidirse por Gustavo Díaz y el ‘Chavo’ se echó otro al verse tocado por la diosa fortuna.
Inició oficialmente la era de Díaz como técnico del León entreabriendo una ventanita de esperanza por la que se ve aún un horizonte de incertidumbre.
Van tres veces seguidas que la elección del domador no es bienvenida por unanimidad por críticos y afición, o al menos ha sido la percepción con Tena, Torrente y el mismo Díaz.
Nadie se esperaba que el sustituto viniera de una baraja escondida bajo la manga de Martínez junior. En lo que sí estaremos de acuerdo es que de los planteles que ha armado Grupo Pachuca para el León en Primera, el actual es el más modesto y será manejado por un timonel incipiente para la máxima categoría mexicana, lo que es un auténtico albur.
A sus 42 años de edad y con un mote surgido como aféresis de su nombre, Gustavo Díaz aceptó venir y dejar alborotados a todos en la U Católica de Ecuador, y cómo no renunciar si allá sentía lo duro y lo tupido con los malos resultados. Después de abandonar también al Celaya a pocos días de arrancar torneo, ahora regresa a México como el elegido por el dedo directivo esmeralda por encima de algunos candidatos consentidos y otros que siempre rondan cuando ven caer cabezas.
El ‘Chavo’ tendrá que atacar acciones importantes en su afán de que el arriesgue de su contratación sea favorable para que la directiva se alce el cuello por darle al clavo o de lo contrario, vea venir otro vendaval de vituperios.
Ante todo, Díaz, en pocos días, deberá reestablecer al entrenador como máxima autoridad en el León y sus mandatos tendrán que reflejarse en la cancha. Será importante también que el clima del vestidor lo haga óptimo y lograr que por fin surja un liderazgo claro, de esos positivos que todo jugador sigue y todo mundo distingue, porque en la última derrota lo que se vio fue una tormenta de gritos entre sí.
El ‘Chavo’ tiene la obligación de ser lo suficiente técnico para sacar provecho de los experimentados nacionales que tiene La Fiera, así como de encontrar la sazón justa para la combinación de argentinos, colombianos y chilenos.
Díaz hereda un equipo sin fisonomía de juego y demasiado propenso a las lesiones, pero sobre todo, vulnerable en casa.
Para esto, tendrá a Nelson Maz, un buen soporte como para que se dé cuenta que lo que exprese la afición sí es importante. El ‘Cabeza’ sabe perfectamente que los leoneses apoyarán a un equipo aguerrido y sabedor de lo que hace en la cancha. Asimismo, sabe que exigirán si la nueva propuesta resulta pan de lo mismo.
Decir que le irá bien a Díaz o afirmar que le irá mal, son albures tirados como monedas al aire.
Todos deseamos que este equipo funcione y por lo pronto se dará paso al beneficio de la duda sobre un ‘Chavo’ que deberá demostrar que no es tan chavo como para manejar con personalidad a un club de jerarquía.
Para muchos técnicos venir aquí siempre será una gran oportunidad, esas de oro y por eso, se le exige a Díaz que para él sea mucho más que esto, porque La Fiera sí lo es.
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