En el futbol, tus chances de ganar crecen cuando metes la pierna, tienes la cabeza fría, tomas las decisiones correctas y pones el corazón por delante.

Así lo hizo el León para lograr una vibrante victoria sobre el América, más allá de la polémica de los dos balones que ni tan polémica resultó.

Reconocemos que el León de los últimos tres juegos es otro, agrada futbolísticamente y brinda esa sensación de ser fuerte. Antes, esta Fiera se desmoronaba con un gol en contra, con cualquier error, con cualquier soplo del rival y de ahí era construir sobre tristezas el resto de cada partido.

Se le ganó al que venía de sublíder, de ahí la importancia porque no sólo fue vencer  a un nombre mediáticamente odiado, sino a un América que tiene futbolistas con oficio y una buena idea al implementar su futbol. 

De que falta aún por mejorar en La Fiera, falta. No podemos echar las campanas al vuelo y marearnos con nueve puntos seguidos. La general está apretada y del cuarto al décimo primer sitio tan sólo hay una victoria de diferencia.

El Chavo Díaz parece haber logrado el entendimiento con sus jugadores. Se ve una idea del estilo que enarbola, pero insisto, del querer hacer a consolidarlo se necesita mucho más.

Falta que Yarbrough sea más constante con las buenas intervenciones. Lo elogio cuando se la rifa como en esa salida ante Uribe para salvar la meta, pero la neta me pongo nervioso cada vez que veo viajar por lo alto un balón hacia su zona.

Falta que Iván Rodríguez madure y no es que quiera apresurarlo, va bien pero ante el América sí vio las de Caín teniendo de frente a jugadores como Darwin y Guido Rodríguez. Iván representa en el once titular la firma que distingue al Chavo, él lo puso ahí y por ello, tendrá su confianza. Que la aproveche.

Falta que Burbano retome el nivel alto y nos haga estallar más y más en éxtasis como lo hizo con ese golazo de taquito.

Falta además que los relevos sean esos ‘resuelve problemas’ en el  apremio. Pero Cerato sigue entre algodones, Ramos entre azul y buenas noches, mientras que Pereyra y Lainez entre el recuerdo vago y el olvido.

En este León es tiempo que no se suelte la inercia positiva que ha tomado con la solidez de Novaretti, Nacho y no se diga Alex Mejía, quien ante el Ave dio una cátedra de cómo pelear el esférico, o como diríamos en mi Chapalita, de jugar al mero taponazo y sin tapujos.

Además, ha resurgido la creatividad del Chapito y de un Elías que vuelve a ganarse el llamado al Tri a punta de servicios que se convierten en goles encontrando en Boselli a su mejor definidor.

Pero si algo debemos resaltar, es la aportación de Mosquera al equipo. El Guardián se mandó tremendo juego en una posición que no es la suya, pero aún así se le nota al parcero las ganas de jugar y brindarse. 

Vienen duelos más complicados y en el presupuesto hasta se deben incluir posibles derrotas, de esas que aleccionan a los equipos. Sin embargo, hay algo seguro y eso es que a esta Fiera ya le late fuerte el corazón. 

Esta Fiera sí me late.

Twitter: @geraslugo

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