Los drones se han convertido en un serio problema para la seguridad de muchos países y empresas, así como una serie amenaza para ejércitos y otros cuerpos militares. Hay muchas clases de drones, desde los más pequeños que se pueden adquirir en centros comerciales o por internet, hasta otros que son tan grandes y sofisticados que son en muchos aspectos más parecidos a un avión militar de combate.

Ya se han presentado situaciones en las que prominentes personas (presidentes de una república, altos mandos militares o altos miembros de un gobierno además de empresarios) han sido atacadas usando drones baratos adaptados con explosivos suficientemente poderosos para matar a una o varias personas. Por otra parte, los conflictos militares actuales han mostrado la capacidad destructiva de los drones, así como su eficiente uso para espiar e identificar blancos militares.

Otra arista del uso de los drones está en su empleo para saturar los sistemas defensivos más sofisticados de varios países contra aviones y misiles. Esos sistemas de defensa son eficientes para identificar y destruir (lanzando cohetes) a aviones o misiles crucero suponiendo que es un ataque realizado por un máximo de algunas decenas de aviones o misiles.

Pero ¿qué pasaría con estos sistemas defensivos si son atacados por enjambres formados por cientos de drones? Simplemente los sistemas defensivos serán saturados y eventualmente destruidos. Un o varios sistemas defensivos pueden disparar sus cohetes, pero finalmente estos se agotarán y será necesario recargarlos abriendo con esto una ventana temporal durante la cual los sistemas de defensa son muy vulnerables y pueden con facilidad ser destruidos.

En realidad, utilizar cohetes para destruir drones es muy costoso y poco práctico. En lugar de esto se propone utilizar haces láser de alta potencia. Esto debido a que mientras que un sistema de defensa puede contar con una reserva útil de veinte o cuarenta cohetes, un láser puede realizar disparos ilimitados.

Mientras tenga energía eléctrica el láser puede disparar sin límite y silenciosamente cientos o miles de veces enviando pulsos de quince a cincuenta mega watts que viajan a la velocidad de la luz suficientes para destruir a los drones. 

La empresa norteamericana Raytheon ya tiene un modelo operando en campo. Este sistema es capaz de operar en tierra y en mar cumpliendo la función de detectar y destruir drones amenazantes (ver: www.laserfocusworld.com, julio 2022).