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Entrenamiento y exterminio

No sabemos si los hechos de estos días, en el que se encontró un campo de entrenamiento y exterminio en una localidad de Jalisco, signifiquen haber tocado fondo en nuestra tragedia criminal, que logra multiplicarse y realizar conductas aberrantes jamás imaginadas. 

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Entrenamiento y exterminio

No sabemos si los hechos de estos días, en el que se encontró un campo de entrenamiento y exterminio en una localidad de Jalisco, signifiquen haber tocado fondo en nuestra tragedia criminal, que logra multiplicarse y realizar conductas aberrantes jamás imaginadas. 

Pero lo que resulta insostenible es el asombro de las autoridades ante el descubrimiento de lugares utilizados como campos de concentración, y de ser necesario de eliminación de personas por los grupos del crimen organizado. ¿Cómo piensan que se adiestra a los sicarios y operadores de los cárteles que funcionan en nuestro país? ¿Lo descubren ahora y fingen estupefacción por ello? Y para redondear la sátira, se culpan entre la fiscalía federal y estatal, por los descuidos evidenciados al hacerse cargo de la custodia del único lugar descubierto hasta ahora.

Si fueran más perspicaces nuestras autoridades dedicadas a la investigación de estos pavorosos delitos, pudieran desde 2006 haber leído el famoso best seller de Roberto Saviano, “Gomorra”, una obra que narra la operación de la camorra napolitana. El autor, originario de esa ciudad del sur de Italia, nos pasea por la acción financiera y facinerosa de esta agrupación que se había apoderado de toda la zona de la Campania italiana. Dominaban la extorsión, el tráfico de estupefacientes, los servicios financieros a la comunidad y las obras de infraestructura. Los bancos habían sido desplazados, porque cualquier préstamo era más fácil de tramitarse ante los mafiosos, que no requerían garantías de los deudores, porque simplemente sabían a lo que se arriesgaban si incumplían su obligaciones.

Saviano debió salir de Italia para poner a buen recaudo su vida. Es un gran escritor que redacta colaboraciones para los principales diarios del mundo como New York Times, El País, La Repubblica y el Washington Post. En 2013 publicó “CeroCeroCero, cómo la cocaína gobierna el mundo”; y luego se hizo una serie televisiva que puede ser vista en la plataforma Prime bajo el título de “ZeroZeroZero”. En el capítulo 6 se presenta un campo de entrenamiento de narcotraficantes, como los que deben de operar en distintos puntos de México.

En la serie dirigida por el argentino Pablo Trapero se narra cómo un grupo paramilitar sustituye al capo que controla Monterrey, gracias al entrenamiento que se les proporciona a jovencitos provenientes de las principales pandillas de la ciudad. Violentos en extremo, están dispuestos a cumplir cualquier orden de su jefe.

Centenderíamos que las fiscalías estatales no tengan ese fenómeno en su radar. Serían negligentes si no apuntan hacia allá sus investigaciones.

Mientras, el nervio tensa a la presidenta de la República. Los intentos por sustraerse de su responsabilidad, originada por la política de abrazos y no balazos de su antecesor, produce profundos conflictos al interior de su partido. La simbiosis entre los políticos capaces de aliarse con el diablo con tal de ganar una elección, y la delincuencia organizada, aflora por todas partes. Una importante parte de la clase política se convierte así, en cómplices de bandas que se entrenan y matan en campos de exterminio. Hasta allá llega su responsabilidad; deben ser conscientes de ello.

Por lo pronto un gran escritor se les adelantó 7 años y la televisión ya hasta les hizo una su serie, que narra cómo el trayecto de “la mercancía” deja una estela de sangre y corrupción. La pueden ver en Amazon Prime. Los mexicanos, para variar, somos representados como personas frías y crueles en grado superlativo; dispuestos a realizar los peores asesinatos y festinarlos con orgullo. Infinita vergüenza y pena.

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