Consejos a la carta
El permitir la injerencia o aceptar las “sugerencias” para que el municipio tenga consejos a modo no ayuda en nada en la construcción de una sociedad más útil y que sirva de contrapeso.
La participación ciudadana a través de los consejeros ciudadanos en los órganos de dirección de los organismos públicos ha sido un estandarte de la sociedad leonesa desde hace muchos años, y se ha puesto como ejemplo a otras ciudades de lo que se puede lograr entre la ciudadanía y el gobierno.
La esencia de ese modelo se basa en que el municipio convoca a las organizaciones intermedias de la sociedad a participar en la conformación de los consejos directivos de los diferentes organismos, patronatos o fideicomisos que tiene el ayuntamiento, y, a su vez, las organizaciones proponen a ciudadanos que deben de cumplir con el perfil del organismo en el que quieren participar.
También las propuestas ciudadanas deben cumplir con el requisito indispensable de que la persona seleccionada no tenga conflictos de intereses en su función como consejero del organismo, y, al mismo tiempo, el ayuntamiento debe procurar la apertura para que la participación ciudadana se diversifique y no recaiga siempre en las mismas personas.
En el ayuntamiento 2021-2024, que tuve el privilegio de participar, dentro de la fracción de ediles propuestos por el PAN, establecimos una regla en el sentido de que una persona no podía participar en más de un consejo, esto precisamente para propiciar una mayor cantidad de ciudadanos en los diferentes organismos. Así, nos tocó “bajar” a muchos ciudadanos que pretendían “dobletear” en consejos, e incluso también a algunos que podrían tener conflictos de interés.
Es evidente que ese acuerdo ya no está vigente en la fracción panista que hoy nos gobierna; para muestra, tenemos al nuevo presidente del Patronato de la Feria, que ya participa en otros dos consejos, como vocal ciudadano en el Consejo Rector y en el Consejo para la Celebración del 450 aniversario de la ciudad, además de que es muy amigo de la alcaldesa.
Por otro lado, tenemos el intercambio de consejeros que se dio recientemente en la nueva conformación de los patronatos de la feria y de Explora, fruto de un acuerdo personal de la alcaldesa, que seguramente luego tuvo que “vestirse” con cartas invitación y propuestas simuladas de los organismos, además de la utilización de asociaciones nuevas o desconocidas para que propongan ciudadanos de acuerdo con las necesidades y planes de la presidencia municipal.
Esto representa un golpe a la credibilidad de la participación ciudadana, pues es evidente que está manipulada por la autoridad; además, priva la integración de consejos ciudadanos con otras personas que nunca han participado y concentra la selección en solo unos cuantos, incluso haciendo ver como si no hubiera más habitantes que apoyan y aprueban el gobierno municipal. Los ciudadanos debemos aprender a ser prudentes o, al menos, dejar espacios de tiempo para permitir la entrada de los que siguen.
Morena pregona su desconfianza en la sociedad civil, pues señala que está llena de intereses y solo busca privilegios; bueno, pues con estos ejemplos parecen tener la razón, y, además, es seguirle abriendo la puerta a que lleguen a gobernar León con el consabido riesgo de terminar con la participación ciudadana, como ya lo han anunciado. Recordemos que ediles de ese partido ya han propuesto desaparecer el SAPAL y anexarlo al municipio como una dirección.
Lo más decepcionante es que han sido los mismos organismos intermedios —desde cámaras, sindicatos, asociaciones, etc.— los que se han prestado a este juego, que representa un retroceso a lo que ya se había avanzado para que los ciudadanos fueran verdaderos vigilantes de los recursos públicos. El permitir la injerencia o aceptar las “sugerencias” para que el municipio tenga consejos a modo no ayuda en nada en la construcción de una sociedad más útil y que sirva de contrapeso.
LALC
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