León, Guanajuato.- Desde que se instauraron los torneos cortos en el máximo circuito de México, ya son seis veces las que el León ha llegado a la barrera de los 30 puntos o más.
En esos torneos La Fiera ilusionó, unas veces tan firme como lo hace ahora y en otras con sus dudas a pesar de que se estuvo en la Liguilla peleando por el título.
Para la polémica está discutir cuál de estos equipos leoneses ha deleitado más.
El primer equipo del León que fue magia en torneos cortos lo gozamos en el Invierno 97. Un verdadero trabuco con Comizzo, Prátola, Missael, “Guamerú“, Medford y Begines, entre otros. Dirigidos por Carlos Reinoso, este León tuvo su tope en el superliderato con 32 puntos quedándose a unos minutos de la gloria por culpa del Cruz Azul, en una final cuyos incidentes recordamos vehemente.
Pasaron 15 años y todo un infierno para que La Fiera volviera a cimbrar en la Primera. Ya con Gustavo Matosas al mando, el regreso del León fue meteórico al sumar 33 puntos en la fase regular con 10 triunfos, tres empates y cuatro descalabros.
Este León sensación se quedó en las semifinales del Apertura 2012 y fue un año después que besó el cielo con un torneo de 30 puntos y el primero de dos campeonatos con jugadores como Márquez, Nacho González, Montes, “Gullit“, “Gallito“, Britos, Elías y Boselli.
La era Matosas terminó y con Juan Antonio Pizzi, en el Apertura 2015, los Esmeraldas volvieron a sumar 10 triunfos y una treintena de unidades con la peculiaridad de que este equipo nunca empató. Ya en el cuadro se habían incrustado gente como Burdisso, Velarde y un Navarro con mayor actividad como titular.
El equipo llegó hasta los cuartos de final, pero repitió la suma de puntos un torneo después en el que Pizzi le dejó el timón a Luis Fernando Tena. El “Flaco” llegó con La Fiera a semifinales perdiendo con el pariente Pachuca.
Con Nacho Ambriz en el presente, la cosecha ya llegó a 32 puntos producto de una decena de victorias y dos empates, cuando todavía faltan cuatro fechas disputarse.
Con Pizzi y Tena hablamos de planteles a los que les costó cuajar pues no terminaron por contagiar a la tribuna como pasó con los equipos que jugaron en su momento para Reinoso y Matosas.
Lo vivido con La Fiera en el 97 fue ardiente y lo del bicampeonato, eufórico.
Hoy por hoy en el León se tiene un plantel relativamente discreto en comparación a los anteriores en mención, pero en palabras claras ya presume de una comunión con la afición y tiene todo para superar lo hecho por los Verdes en dos décadas de torneos cortos. También ya impuso una nueva marca del club en victorias consecutivas y puede romper la nacional, además de que a su alcance está superar los 33 puntos que han sido el límite vertical felino.
No obstante, nada como el título. Ambriz sabe que es la única forma de consolidar un torneo de ensueño y todos en torno al León sabemos que se puede tener una irregular competencia, sumar 23 puntos y salir con un bicampeonato en la bolsa.