Hay jugadores que nacieron para defender la camisa de un sólo club y no para brillar con la misma intensidad con diferentes camisetas, aquellos que demuestran su mejor nivel futbolístico vistiendo determinados colores, y al que la afición cobija como ídolo y estandarte de la institución.
Este parece ser el caso de Alexis Vega, consagrado pilar en la estrella número 11 del Deportivo Toluca y alejado ya de su pasado rojiblanco, que con escándalos y polémica sumó a un notorio declive deportivo que orilló al ahora delantero de los Diablos a salir de Chivas por la puerta de atrás.
Debut prometedor
En el Clausura 2016 y a los 18 años, Alexis Vega debutó con el Toluca en la derrota por la mínima ante Pachuca de la jornada 8, en aquel momento, los Diablos disputaban la Liga MX y también la Copa Libertadores, competencia en la que el ariete inauguró su historial goleador al anotar en el empate ante la Liga de Quito.
En esa primera etapa con Toluca, Vega disputó 78 juegos en los que marcó 17 goles, estos números despertaron el interés de Chivas que, a finales del 2018, anunció la compra del atacante de 21 años con la esperanza de encontrar en los pies del ‘10’, el éxito que le había sido esquivo desde la salida de Matías Almeyda.
Oscura etapa con Chivas
Para nadie es desconocida la mala fama de Chivas y la ciudad de Guadalajara, con su exuberante vida nocturna, para corromper la carrera y vida personal de los jóvenes jugadores mexicanos que portan con ilusión los colores de uno de los equipos más populares del circuito profesional.
Y si bien Vega demostró ser ese jugador diferente que llevó al equipo a una final en el Clausura 2023, incluso sondeado por clubes europeos, la realidad golpeó fuerte al oriundo de la Ciudad de México pues su nombre se sumó a la extensa estadística de fracasos del club.
Aunque los números de Vega en los cinco años de estadía en el club no fueron malos, con 147 partidos oficiales en los que obtuvo 56 aportaciones entre goles y asistencias, en el plano colectivo no aportó ningún título a las vitrinas de los de Jalisco, pues las lesiones y los conflictos extracancha fueron la constante en esa etapa de su carrera.
“Por algún momento, en los últimos partidos en Chivas, ya no disfrutaba mucho jugar, mucha gente se metía conmigo y mentalmente no estaba tan fuerte. Cuando fallo el último penal contra Pumas, que quedamos eliminados, ahí fue cuando hablé con mi representante y le dije ‘me quiero ir, no quiero estar más acá’”.
Entre los escándalos que marcaron al jugador, está el festejo con su compadre Uriel Antuna en plena pandemia, en el que recibieron el mote de “Dúo Tamarindo” al celebrar con una bebida embriagante con el sabor del fruto.
También cuando se le captó festejando después de la derrota del equipo en el Clásico Nacional del Clausura 2023, y luego cuando junto a Cristian ‘Chicote’ Calderón y Raúl Martínez, fue suspendido por meter mujeres al hotel durante una concentración, suceso que fue la gota que derramó el vaso y provocaría también la salida del jugador a Toluca.
El renacer del ‘Diablo’
Todos estos escándalos, además de su desempeño deportivo, abarataron el valor de Vega en el mercado deportivo y lo confirmaron los Diablos al pagar 1.5 millones de pesos por hacerse de sus servicios.
Así, Chivas logró vender a un jugador del que ya le urgía deshacerse, y el delantero regresó al equipo donde dio sus primeros pasos y en el cual, desde inicios desde 2024, trabajó en su renacer futbolístico.
Su labor salta a la vista, pues en este primer año y medio con el club, el ‘10’ de los escarlatas ha jugado 63 juegos oficiales, en los que ha contribuido con 22 goles y 21 asistencias que le han permitido soñar.
Su carrera parecía destinada a no repuntar, lejos se veía su actuación en Qatar 2022 y antes en Tokio 2020, pero con el gol marcado en la final ante el Club América, el término de 15 años de sequía para los Diablos, y la Copa del Mundo 2026 en puerta, Alexis Vega ha vuelto a tocar el cielo con las manos.
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