Las nochebuenas son uno de los adornos más populares de la temporada navideña, pero más allá de eso, son un ser vivo que puede perdurar con los cuidados necesarios. Te decimos cómo trasplantar tu nochebuena para que te dure todo el año.

La nochebuena, o flor de pascua (Euphorbia pulcherrima) proviene del latín "la más bella". Y no es para menos, esta maravillosa flor es un verdadero regalo de México para el mundo.

En náhuatl se le llama Cuetlaxochitl, "flor que se marchita", ya que se seca fácilmente si es expuesta por mucho tiempo al sol. Por ello es que requiere de cuidados especiales para conservarla durante todo el año. 

El arbusto de manera silvestre puede llegar a medir, en promedio, seis metros; a diferencia de la mayoría de las flores, la nochebuena florece a final de año; es un arbusto verde que es posible conservar en nuestro jardín.

Si trasplantas tus nochebuenas y cuidas de ellas todo el año, al final podrás ahorrar pues ya tendrás las necesarias para la próxima Navidad. Toma nota.

 

¿Jardín o maceta?

 

Si bien es una planta que prefiere la sombra, es necesario mantenerla en exterior para que se conserve viva todo el año. Se puede trasplantar directamente en el jardín o en una maceta más grande; se recomienda una de 40 centímetros de ancho por 50 centímetros de profundidad.

Debes calcular el espacio que tu planta necesitará para decidir la maceta que tendrás que utilizar o el espacio designado para ella. Recuerda que puede llegar a medir más de seis metros.

Independientemente de si la colocas en maceta o en el suelo del jardín, asegúrate de que no reciba demasiada luz solar, pero que tampoco esté completamente en penumbras. Tampoco puede recibir mucho aire o estar expuesta a cambios bruscos de temperatura.

 

Sustrato y temperatura adecuada para las nochebuenas

 

Para que la trasplantación sea un éxito, se debe hacer entre enero y marzo, ya que la temperatura idónea para hacerlo es de entre 20 y 22 °C, mientras que en la floración requiere 18 °C.

Previamente a trasplantarla, debes tener especial cuidado de que el riego no sea excesivo para no dañar sus raíces.

El sustrato debe ser rico en humus y una parte de arena. Tendrás que cuidar que la tierra no esté tan apretada para que permita un buen drenaje y no se pudran las raíces de la nochebuena.

 

Cómo trasplantar la nochebuena

Ya que has elegido el lugar ideal y preparado el sustrato, coloca una cama de éste en la maceta o espacio del jardín, luego da pequeños golpes alrededor de la maceta o florero que contenga la planta para separarla y sacarla de allí.

Retira el exceso de viejo sustrato, teniendo cuidado de no deshacer el cepellón; posteriormente, colócala al centro del nuevo espacio y recubre con sustrato nuevo sin presionar demasiado.

Finalmente, riega con abundante agua limpia para favorecer el desarrollo de las nuevas raíces. Pero ten en cuenta que en los días subsecuentes el riego deberá ser moderado y más espaciado para no pudrir las raíces.

 

Otros consejos para cuidar tu nochebuena

• El riego cotidiano se sugiere cada tercer día y ten cuidado de no mojar los pétalos de las flores
• Corta las orillas de los brotes cada tres meses para favorecer su crecimiento
• A finales de febrero y durante el mes de marzo, cuando las hojas estén recobrando su color verde, poda la planta para que vuelva a crecer saludable.
• En marzo utiliza abono de crecimiento, mientras que en octubre se aconseja un abono de floración para prepararla y que dé abundantes flores a fin de año.
• Nunca utilices fertilizantes con ureas. En su lugar, usa de vez en cuando algún fertilizante soluble en agua y que contenga nitrógeno.