Durante su comparecencia ante el Congreso de Hidalgo, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de Hidalgo, Carlos Henkel Escorza, fue cuestionado sobre el impacto social derivado de la construcción del parque fotovoltaico ubicado en los límites de Singuilucan y Epazoyucan, proyecto que forma parte de una inversión estatal de 6 mil 460 millones de pesos en infraestructura energética.
La diputada Mónica Leanett Reyes cuestionó el impacto social del proyecto y recordó que, desde hace meses, productores de maguey y pobladores de la región han manifestado inconformidad por presuntas afectaciones a sus actividades, especialmente a la producción de maguey y al trabajo de los tlachiqueros.
La legisladora cuestionó al secretario sobre si, ante estas inconformidades, consideraba que el costo social del proyecto podría superar sus beneficios.
En respuesta, el secretario mencionó que el parque fotovoltaico forma parte del séptimo paquete de inversiones del estado y representa una oportunidad histórica para atraer inversión, generar empleos y mejorar la infraestructura.
Aseguró que los ejidatarios arrendaron sus tierras de manera voluntaria, terrenos que, señaló, son infértiles y no han sido trabajados durante años. Añadió que todos los contratos fueron revisados y avalados por el Registro Agrario Nacional.
Sobre las preocupaciones relacionadas con la vegetación endémica y el maguey, afirmó que existen protocolos de rescate, reubicación y monitoreo para garantizar su preservación, conforme a lo establecido por las autoridades ambientales.
Incluso mostró imágenes comparativas de los predios antes y después de la instalación, asegurando que la vegetación “surge de manera espontánea” bajo los paneles solares.
Asimismo, indicó que existe un convenio con la UNAM para ofrecer información técnica y científica a los grupos sociales que así lo requieran.