El señor Luis Palacios Gutiérrez ha visto crecer muchas generaciones y se ha ganado el respeto tanto de niños, padres de familia y de cientos de conductores ya que a lo largo de 35 años ha sido el “tránsito” de un kínder.
Don Luis sin una paga fija es la persona que vigila, cuida y protege a los niños y a sus papás en las inmediaciones del kínder Ezequiel Chávez, ubicado en la colonia San Nicolás.
“Antes era maestro en una primaria, por eso también me dicen el ´profe´ bueno mejor profesor como dijo Cantinflas se escucha más bonito. Y me salí cuando tenía 45 años trabajando y de ahí empecé aquí”, dijo don Luis quien a sus 72 años de edad le sigue echando ganas al trabajo por él y por su esposa.
Una autoridad
Cuando estaba niño, el “profesor”, tuvo un accidente que lo dejó mál de su mano derecha, pero eso no es impedimento para que tan solo al levantarla logre que los autos que pasan frente a la escuela se detengan para ceder el paso a los peatones.
Si ve que van a cruzar los niños con sus familiares, por ejemplo suena su silbato y dice “Permítame galán” para que con toda tranquilidad las personas pasen.
“Es muy ejemplar, da buen servicio más que nada y ya se tiene bien ganada a la gente”, afirmó Roberto Ramírez, quien lo conoce desde hace 20 años.
Lo ofenden
Pero también don Luis externó que hay jóvenes que pasan y lo ofenden por sus condiciones físicas, “me da tristeza porque sobre todo son unos chavos los que pasan y me dicen groserías, de ahí en más si me respetan”.
Don José no tiene faltas, es muy entregado a su trabajo a pesar de recibir solo pequeñas propinas por parte de algunos padres de familia. A diario llega al kinder, que está sobre la avenida Guty Cárdenas, a bordo de su bicicleta en la cual lleva una pequeña alcancía por si la gente lo quiere ayudar.
Él está ahí de lunes a viernes a las 8 de la mañana, luego regresa a medio día, vuelve a las dos y a las 5:30 nuevamente regresa.
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