CDMX.- Por un menor nivel educativo y barreras sociales, México tiene la tasa de participación laboral de las mujeres más baja de América Latina y el Caribe.

Durante el primer semestre de 2019, la región tuvo una tasa de participación laboral femenina de 51.3%; es decir, del total de mujeres en edad laboral sólo poco más de la mitad participa en las actividades productivas, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Mientras en México la tasa es de 44.3%, en Perú es de 64.4%; en Paraguay, de 60.1%; Ecuador, 55%, y Colombia, de 53.1%.

En estos casos la agricultura es un sector importante de la economía, por lo que las mujeres tienden a combinar el trabajo familiar no remunerado con el empleo fuera del hogar, destacó Cepal en su informe "Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe".

Hay aspectos del contexto económico, social, institucional y tecnológico, así como preferencias y valores personales y sociales que afectan estas decisiones.

Avance en participación

En los últimos 30 años, la participación de las mujeres ha avanzando de forma significativa en Bolivia, Nicaragua y Perú, con aumentos superiores a los 20 puntos porcentuales; en otros, como Chile, Argentina, Panamá o Venezuela, el avance es cercano a 10 puntos, mientras que en Brasil, Ecuador, México y Paraguay ha sido moderado.

Este incremento de la tasa de participación laboral femenina es el resultado de un mayor aumento de la oferta laboral de las mujeres en todos los países de la región. 

Etapas de desarrollo

El estudio señaló tres etapas del desarrollo y la inserción laboral.

En la primera, cuando la agricultura es un sector importante de la economía las mujeres tienden a combinar el trabajo no remunerado y el remunerado. En una segunda etapa, la urbanización avanza y la participación de las mujeres cae por el mayor ingreso de los hombres y porque el bajo nivel educativo y las barreras sociales limitan las posibilidades de inserción laboral.

En la tercera etapa, según explicó la Cepal, la participación aumenta, pues se alcanzan mejores niveles educativos y de ingreso.

En el caso de los países con niveles bajos de desarrollo, el ingreso de las mujeres juega un papel importante en los gastos del hogar, por lo que éstas suelen participar activamente en tareas remuneradas.

En los países desarrollados, como Alemania, Canadá, España o Estados Unidos, hay aún una mayor participación de las mujeres en el ámbito laboral, donde la tasa es de alrededor de 70%, pero en mejores condiciones que en los casos anteriores.

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JPRA